De la Fuente: «Llevo 11 años en la Federación; nadie me ha regalado nada»

«Ya he dicho todo lo que tenía que decir, todo lo que correspondía. Máximo respeto a la decisión del señor Rubiales, que es personal e intransferible», zanjó ante el primer amago de conocer su opinión sobre la dimisión del ya exdirectivo de la Federación. «Yo me ocupo de lo que puedo controlar, lo que pase más allá de las convocatorias, las alineaciones o los entrenamientos está muy lejos de mi dominio», alegó una y otra vez ante cada intentona, que el jefe de prensa de la FEF acabó por tratar de atajar.

El técnico riojano tiró de trayectoria frente a ese examen constante al que parece estar sometido, sean cuales sean sus resultados. «Yo llevo 11 años en la Federación Española de Fútbol, mucho antes de que llegase Rubiales. Este es un puesto que querrían todos los entrenadores de España y en ese sentido me siento un privilegiado. Nadie me ha regalado nada», recordó, recurriendo a sus galones contra las dudas del entorno. «Esta vida es un constante aprendizaje, yo trato de aprender cada día, también de fútbol», valoró a continuación, cuestionado por aquello que le ha podido enseñar la difícil situación de las últimas semanas.

En este sentido, De la Fuente obvió cualquier valoración respecto al proceso de sucesión que se abre ahora en la Federación y dejó en manos del aspecto deportivo las cuestiones relacionadas con su continuidad. «Cuanto más tranquilos estén los profesionales del fútbol mejor, pero desconozco cómo es la legislación y los tiempos. Vamos a seguir pensando en fútbol, única y exclusivamente en la responsabilidad que tenemos, que creo que es muy importante», señaló.

A partir de ahí, y para pasar página hacia lo puramente deportivo, el entrenador de Haro aprovechó el recuerdo de aquella única derrota de España ante Chipre en 1998, que acabó suponiendo el adiós de Javier Clemente, para poner de relieve la importancia de afrontar este tipo de encuentros con plena atención. «Ese tipo de derrotas se producen en muchos casos porque no se afrontan estos partidos con la concentración necesaria», recordó, dando valor a la solvencia con el que su equipo resolvió el compromiso en Georgia.

De su capacidad para motivar a sus jugadores frente a un rival muy asequible, ante el que solo cabe esperar una contundente victoria, dependerá el rendimiento de un equipo en el que se prevén cambios. «Lo tengo fácil para elegir. Tengo claro el equipo de mañana con alguna pequeña duda. Vamos a ver el entrenamiento de esta tarde (por ayer) porque es una cuestión de sensaciones», respondió ante la pregunta sobre la previsible titularidad de los jóvenes Nico Williams y Lamine Yamal, que tiraron la puerta en Tiflis.

«Cada situación es única e irrepetible, entonces hay que valorar muchos aspectos. En Escocia entendí que había que hacer aquello, no salió bien, pero no significa que siempre vaya a ser así. En cualquier caso confió ciegamente en cualquiera de los jugadores que están aquí y estoy seguro de que cualquiera que juegue lo hará bien», analizó en cuanto a posibles variaciones en su alineación titular.

En este sentido, valoró la posibilidad de rotar en la portería y la posición de mediocentro, donde Unai Simón y Rodri Hernández son indiscutibles, con Kepa Arrizabalaga y Martín Zubimendi a la espera de una oportunidad.