El Real Burgos no viajo a Ávila el pasado 9 de septiembre para disputar la primera jornada del grupo A de la Primera Regional de Aficionados. El equipo debía haberse medido con el Bosco Arévalo a las 18:00 horas, pero nunca llegó. Esta acción le ha costado la sanción de 600 euros por «incomparecencia». Así se le ha comunicado a través de una resolución suscrita por Javier Muñoz González, presidente, el Comité de Competición de la Primera Regional de Aficionados de CYL.
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El Real Burgos, a su vez, también ha remitido un comunicado para informar sobre la sanción. Escrito en el que se hace alusión a la búsqueda del presidente de la Federación de Fútbol de Castilla y León, Marcelino Maté para notificarle un requerimiento judicial, desde hace más de 15 días, en el que se insiste en la obligatoriedad de cumplir el Auto Judicial del 16 de agosto por el que el Real Burgos debería estar disputando la competición en el grupo VIII de Tercera División.
Asimismo, este miércoles el equipo roji-pardillo organizó un nuevo encuentro rigiéndose por el calendario de Tercera División. El Astorga debía desplazarse para jugar a las 20:00 horas hasta Quintanapalla, cosa que, finalmente, no sucedió. Ahora, el próximo enfrentamiento en Primera Regional de Aficionados del club sería el domingo, día 16, en casa contra el CD San José, habrá que esperar para saber si el Real Burgos sigue jugando solo.
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