Un policía, acusado de asesinar a Dalian Atkinson

Atkinson, de 48 años, estaba aparentemente creando un alboroto, en la noche del 15 de agosto de 2016, en el exterior de la casa de su padre en Telford, en el oeste de Inglaterra, cerca de Shrewsbury, donde creció. Una patrulla de la Policía regional acudió al lugar y el desenlace fue que le dispararon con una pistola eléctrica Taser para inmovilizarlo, causándole un paro cardíaco y su fallecimiento en un hospital al que fue llevado en ambulancia.

La familia de Atkinson informó en aquel momento de que el exfutbolista padecía varios problemas de salud y entre ellos un corazón débil. Tras conocer la decisión de los fiscales de presentar los cargos, los familiares han afirmado a través de su abogada que dan la bienvenida a la decisión de llevar el caso a un tribunal con jurado, pero que lamentan que hayan pasado ya tres años desde su muerte.

La Oficina Independiente de Conducta de la Policía inició tras el suceso una investigación que tropezó con obstáculos imprevistos, como la falta de fiabilidad de los análisis toxicológicos de una empresa que habría contaminado las muestras de múltiples casos de la Policía regional. En 2017 los investigadores ya habían obtenido los resultados de nuevas pruebas, según el diario 'Shropshire Star'.

El largo proceso ha entrado ahora en una fase resolutiva tras el anuncio por la Fiscalía de la Corona de la acusación de asesinato, con alternativa de ser reducida a homicidio, de uno de los tres policías que acudieron para resolver el incidente y de la acusación a otro de haber golpeado a Atkinson, causándole lesiones. Los dos policías no han sido identificados y la publicación de informaciones sobre el suceso está restringida hasta la vista pública del caso y la posterior sentencia.