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España solo ha ganado tres partidos en los Mundiales desde que se proclamó campeona en Sudáfrica en 2010. Y ninguno de estos triunfos ha sido contra las mejores selecciones del planeta, sino ante equipos que no figuran entre los 25 primeros del ránking FIFA. ... Un dato demoledor que pone el foco en las costuras de un combinado nacional muy estético y apegado al balón pero incapaz de afilar su gen competitivo ni de cambiar de registro cuando el encuentro lo demanda. Entre Brasil, Rusia y ahora Qatar, La Roja ha derrotado únicamente a Australia (0-3), Irán (0-1) y Costa Rica (7-0). Ni rastro de los registros de aquella generación dorada que gobernó el mundo con dos Eurocopas y una Copa del Mundo conquistadas de forma consecutiva entre 2008 y 2012.
En Brasil, Rusia y Qatar, España ha disputado un total de 11 encuentros. Pues bien, solo ha ganado tres, mientras que ha empatado cinco –aquí van incluidas las dos derrotas en la tanda de penaltis contra Rusia y Marruecos– y perdido tres (Chile, Países Bajos y Japón). El combinado nacional ha sido incapaz de imponerse a rivales en teoría mucho más débiles, siempre fiel a su estilo de pase y toque sin la verticalidad ni mordiente necesarias para derribar paredes ajenas.
Si la lupa se pone exclusivamente en la España de Luis Enrique, que en junio jugará la 'Final Four' de la Liga de las Naciones, el seleccionador asturiano presente el siguiente balance en las Copas del Mundo y las Eurocopas: tres victorias (Eslovaquia, Croacia y Costa Rica), seis empates (Suecia, Polonia, Suiza, Italia, Alemania y Marruecos) y una derrota (Japón). La semana que viene decidirá si sigue en el cargo.
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