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Tras unos días en los que se ha hablado más de ella por cuestiones extradeportivas que por las netamente futbolísticas, la selección suiza vuelve a mirar únicamente al rectángulo de juego para certificar su billete a octavos de final ante la ya finiquitada Costa ... Rica, que aspira a una despedida digna del Mundial de Rusia, después de sucumbir en dos partidos en los que seguramente mereció algo más que el amargo sabor de la derrota.
Un empate bastaría a los helvéticos para estar en la siguiente ronda, independientemente de lo que suceda en el otro choque del grupo E, el que medirá también este miércoles a Serbia y Brasil. Incluso la derrota podría servir al combinado que dirige Vladimir Pétkovic, pero para ello habría de estar pendiente de las noticias que lleguen del estadio Spartak de Moscú.
La 'Nati' está resuelta a hacer sus deberes y no encomendárselos a otros. Por ello, Pétkovic incidió este martes en que la polémica desatada a raíz del modo en que Granit Xhaka y Sherdan Shaqiri, héroes de la victoria ante Serbia y de origen albano-kosovar, celebraron sus tantos dibujando con sus manos el águila bicéfala de la bandera albanesa debe ser cosa del pasado y que lo único importante ahora es el encuentro ante Costa Rica. «Lo que ha pasado, pasado está. Lo que tenemos que hacer ahora es, entre todos, aprender. Tenemos que aprender todos, también los que están aquí. Tenemos que centrarnos en los partidos, en el fútbol, en un deporte bello y en la organización perfecta del Mundial. Es en esto en lo que nos tenemos que pensar», subrayó el seleccionador de Suiza.
Pétkovic, que alertó de que Costa Rica es «un equipo muy orgulloso» que no querrá macharse sin puntuar de Rusia, volverá a fiar buena parte de las opciones de su equipo a Xhaka y Shaqiri, sus dos futbolistas más talentosos, a los que la FIFA impuso una multa de 10.000 francos suizos pero que llegan pletóricos de confianza por su actuación frente a Serbia.
Tratará de frenarles la Costa Rica de Keylor Navas, un equipo sólido en defensa pero sin suficiente pimienta en ataque. Los ticos cayeron por la mínima ante Serbia y contuvieron a Brasil durante los 90 minutos reglamentarios, pero Coutinho y Neymar apagaron en el descuento el sueño de la selección centroamericana de reeditar la gesta del Mundial de 2014, donde fueron el combinado revelación al alcanzar los cuartos de final. El seleccionador Óscar Ramírez, objeto de amenazas por el rendimiento de sus pupilos, no variará el esquema de la 'Sele' y volverá a apostar por sus hombres de confianza con la esperanza de que un triunfo mitigue la pena del adiós a la Copa del Mundo.
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