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Fernando Hierro compareció este sábado ilusionado y confiado en el estadio Luzhkini, recordando que tiene «claro el plan» ante una Rusia que sabe que es el anfitrión y contará con el apoyo de toda su gente, algo que históricamente ha sido un problema ... para España en los torneos, pero el malagueño apeló al orgullo de los suyos, recordando que habrá «11,5 millones de españoles con nosotros por la televisión». «Ojalá vinieran aquí. Nos vamos a dejar la vida por España. De verdad, somos un buen equipo. Las cosas en el fútbol se ganan dentro del campo. Mis chicos están acostumbrados a esto», aseguró.
Se emocionó cuando Dimitri Cheryshev, exjugador, padre de Denis y ahora comentarista en Match 4, le preguntó por su cambio de rol: «Parece que fue hace mucho ya». Y fue irónico cuando un periodista alemán le preguntó por un consejo para la recomposición de la que hasta ahora era campeona mundial: «Bastante tengo yo con lo mío como para meterme en la casa de los demás y aconsejar a Alemania. Tiene un gran equipo, un seleccionador que lleva ocho años trabajando con ellos y es un maravilloso entrenador. Es lo que tiene esta alta competición tan igualada, tan de pequeños detalles».
Hierro insistió en la «plena confianza» en el trabajo que vienen realizando sus futbolistas y también sus colaboradores. «Tenemos claro el plan, lo que queremos, lo que es Rusia y lo que somos nosotros. El fútbol es un juego de errores y el que menos se equivoca... Tenemos que minimizar los errores. Tenemos defectos y virtudes, como todos, y en eso tenemos que ser inteligentes. Analizados están. Sabemos lo que tenemos que mejorar. Nos hemos tenido que levantar cinco veces y el equipo se ha levantado, dos el día de Portugal, dos veces más con Marruecos... Tenemos muchas cosas para pensar en ser optimistas. Son cosas que tenemos que analizar también», destacó.
Hierro prefirió hablar de las virtudes futbolísticas del rival que de maleficios ante el anfitrión, pese al dato negativo: ocho derrotas en ocho intentos contra el organizador. «Las estadísticas están para romperlas. En ese sentido lo tenemos claro: ¿por qué tenemos que mirar hacia atrás? Estamos en el cuarto partido ya. Tengo la experiencia que tuve de jugador, pero lo importante es el partido. El resto no importa. Es lo que nos tenemos que meter a fuego. Prevemos un partido duro. Tenemos que estar lo más ágiles posible dentro. A ver cómo sale el equipo. Cuando jugamos en San Petersburgo contra ellos hicieron una presión alta, cambiaron de sistema; en este Mundial no han presionado tan alto, pero no nos podemos poner en la cabeza de su seleccionador, si van a cambiar de sistema, si van a presionar arriba o en bloque medio...».
En esa línea recordó que lo importante es saber lo que uno quiere hacer, más que estar pendiente de lo ajeno. «Hay cosas que dependen de ti y otras que no. El juego directo se puede hacer después de continuidad, de balones parados, de las veces que tú disparas a la otra portería. Tenemos claro el plan, sabemos lo que queremos, lo que es Rusia, sus condiciones, y, a partir de ahí, mucha confianza en nuestro trabajo, en nuestros chicos, 23 jugadores que pueden rendir a gran nivel. Plena confianza en los nuestros. Analizamos a los rivales, lo hacemos todos los seleccionadores y todas las selecciones, pero también hay que tener mucha confianza», apuntó.
Y es que según Hierro, que rememoró haber estado en la ceremonia previa a los 1.000 días para el inicio del torneo cuando era director deportivo de la FEF, su equipo «ha entrenado a gran nivel, está en buen estado físico, mental...». «Esas dificultades de las que habla todo el mundo las cambiamos por confianza y ser positivos, pensar que todo sale bien. Nadie sabe cómo van a salir las cosas. De aquí al partido, tenemos mucha confianza en el grupo y en los jugadores», dijo, antes de valorar a Rusia «como una selección que se ha clasificado bien, ganando dos partidos, difícil, con físico, balón parado, mucha altura, mucha variedad». «Pero también entendemos que tenemos que buscarle el sitio donde tengan dificultades. Creo que todos los entrenadores tenemos un plan. Se trata de quién lleve más su plan a cabo mañana. Al final son pequeños detalles... Tenemos una fase nueva, de 90 minutos en los que el que el mejor muchas veces se va para casa. Hay que tener confianza, pensar que van a salir bien las cosas», comentó, antes de saltar al césped con algunos minutos de retraso.
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