El bronce le sabe a poco a Bélgica

Imaginen a Roberto Martínez sentado en el sofá de casa, observando detenidamente

A 'Bob' le vienen en su salón sentimientos encontrados. Por un lado, de satisfacción por haber cumplido con lo que se esperaba, que era ganar -con un once repleto de suplentes-,

En cualquier caso, aunque le supiera a poco,

El hambre de los 'diablos rojos' se vio reflejado en el marcador cuando más de uno todavía no había ocupado su asiento en el Estadio de San Petersburgo.

De Bruyne pudo marcar el segundo poco después de no haber sido por la enésima exhibición de reflejos de Pickford en este Mundial. Cuestionado Joe Hart durante años y sin un relevo claro antes de viajar a Rusia, el joven portero del Everton se ha aferrado con fuerza a la meta inglesa. Gran noticia para

A Southgate, en todo caso, la opción de llevarse un bronce de Rusia le seducía más bien poco. Sin alinear un once para contentar a los menos habituales, sí que movió varias piezas respecto a las que llegaron a semifinales: el centro del campo lo cambió por completo, así como el carrilero izquierdo y el central diestro en su inconfundible línea de tres.

Al paso por los vestuarios Southgate le dio una vuelta a su equipo, retiró a un inoperante Sterling y a Danny Rose, desafortunado en su segunda titularidad del Mundial, e introdujo a Lingard y Rashford. El guión de dominio estéril inglés se mantuvo invariable conforme avanzó el cronómetro, con Bélgica amenazando sin convicción al contragolpe.