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Croacia debuta esta noche ante una Nigeria imprevisible y que es lo mejor que ha exportado África a Rusia 2018. Las 'Súper Águilas' pondrán a prueba el inmenso talento de los europeos, que conforman un bloque espléndido y que conjuga de maravilla la juventud con ... la experiencia. Les toca mover pieza a los ajedrezados, que buscan imponerse a un rival impetuoso y compacto y demostrar que van en serio en este Mundial. Todos auguran un brillante futuro a los balcánicos, que tienen todo lo que hay que tener para soñar con algo grande. Una delantera potente (Mandzukic, Kramaric, Rebic, Perisic), un centro del campo repleto de magia (Modric y Rakitic) y una defensa sólida (Lovren, Corluka, Vida, Strinic), además de un sentimiento patrio a prueba de bombas e inmedible en términos sentimentales. Pero por encima de todo los croatas acumulan cantidades industriales de buen fútbol en sus botas y deberán sacarlo ante una Nigeria potente, física y con recursos.
Porque los nigerianos, campeones de la Copa de África en 2012, cuentan en sus filas con gente como Moses (Chelsea), Iwobi (Arsenal), Musa e Iheanacho (Leicester) y el veterano Obi Mikel, ahora en China y con una dilatada experiencia en la Premier. El seleccionador alemán Gernot Rohr ha rejuvenecido al equipo y acude sin complejos a Rusia. Cuenta con una defensa robusta, una medular recuperadora y con un Moses en la punta de ataque deseoso de guiar a los suyos con goles y presencia.
Croacia conoce el potencial de su rival y confía en su talento, la base sobre la que construye su fútbol y el sueño de alargar su presencia en Rusia.
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