Japón y Costa Rica, duelo de estilos y estados de ánimo

En campeonatos con partidos cada tres días es difícil recuperarse, es complicado restañar los golpes anímicos, aunque este deporte es tan impredecible que cualquier cosa puede suceder. Pero de entrada el desequilibrio es enorme y Japón no quiere desaprovecharlo. Lidera junto a España el Grupo E con tres puntos y buscará el triunfo para asegurarse el pleno antes de medirse a la Roja. Sabe que con esa puntuación las opciones de pasar de fase son altísimas. Confía, además, en que los hombres de Luis Enrique mantengan el modo de felicidad ante Alemania para que así se aclare su futuro.

Los precedentes entre Japón y Costa Rica son, además, demoledores. Se han enfrentado en cuatro partidos con tres victorias niponas y un empate. Pero no solo de resultados vive el fútbol, también de sensaciones. Y las que ofrece el conjunto que dirige Hajime Moriyasu son especiales. El propio técnico lo verbalizaba al acabar el choque ante Alemania. Nadie se rinde. «Estamos alcanzando el estándar global y nuestra máxima capacidad desde el fútbol asiático. Cuando encajamos un gol, seguimos. Hay que ser persistentes, duros hasta el final y aprovechar nuestro momento», apuntó. Todo un decálogo a seguir. Haría bien Costa Rica en marcárselo a fuego. Porque el equipo de Luis Fernando Suárez fue derritiéndose conforme llegaban los goles de España. Hasta la fecha siempre fiaba su suerte al muro en la portería. Pero en esta ocasión Keylor Navas llega fuera de forma tras su estancia en el banquillo del PSG. Le falta chispa, la punta de velocidad para llegar a balones que antes sí cazaba. Y los compañeros acusan este disgusto.

Y muchas veces los entrenadores también ganan los partidos. El japonés, con el marcador en contra frente a Alemania, se estrujó los sesos y varió el dibujo. Dejó tres centrales y se plantó ante una todopoderosa con seis futbolistas de ataque. Le valió para darle la vuelta al marcador y desanimar a los teutones. Se plantaron en Qatar sin un nueve al uso (España sólo tiene a Morata y tira también de medias puntas) y en el primer partido disputado les ha valido.

Por su carácter es difícil que salgan confiados ante Costa Rica. La selección centroamericana tiene fundamentos para un partido mejor que frente a España, aunque en su país ya han condenado a la selección con calificativos como «ridícula», «humillante», «vergonzosa» y «patética». Tiene dos opciones: dejarse llevar y disfrutar de los lujos de Doha o sacar el orgullo para mantener las opciones de pasar de fase. Debe elegir.