De chollos y clavos

Son los contrastes más pronunciados. Para el resto, especialmente con la comida, no hay un único Doha, como ocurre en cualquier otra parte del mundo. No es lo mismo la Corniche que el Zoco, ni el residencial barrio de la Perla que el propio Bin Mahmoud donde estamos alojados. La sensación es que Qatar es un sitio donde se puede comer barato, pero en el que te puedes llevar los mismos clavos que de vez en cuando te cuelan en casa.

Abundan los restaurantes de corte hindú, pakistaní, turco. Son la opción más económica. También las grandes cadenas occidentales ofrecen menús más baratos de lo uno se puede encontrar en España. Por no más de 10 o 12 euros se puede salir de allí habiendo matado el hambre. En el otro lado están los restaurantes de los grandes hoteles. Recetas más elaboradas y precios más caros. Se ha dado el caso de un pollo con patatas, fenomenalmente presentado, eso sí, que salió por 60 euros al cambio.

Aquí, la gran cadena de supermercados se llama 'Lulu', y salvo por el catálogo de productos no se diferencia mucho de las españolas, tampoco en cuanto a los precios. Pan, fruta, verduras, los embutidos de pavo y el queso. Solo la leche parece tener el precio disparado. Nada que no sepamos en España. Abren hasta tardísimo y sacan de más de un apuro.

Son pocos días aún por aquí y queda mucho por explorar y conocer. Lo próximo será la lavandería, que en nada se convertirá en un asunto urgente. Seguiremos informando.