Dos campeonas en apuros por un billete a Catar

Para la 'Azzurra' esta repesca envenenada supone un 'déjà vu', pues menos de un año después de conquistar el trono de Europa en Wembley, la cuatro veces campeona del mundo se ve abocada de nuevo a jugarse su presencia en el gran torneo de selecciones del mundo en un todo o nada. Ya ocurrió en noviembre de 2017, después de concluir segunda en su grupo clasificatorio, por detrás de España. La fortuna quiso entonces que Suecia se interpusiese en el camino italiano hacia Rusia'18 y protagonizase una de las mayores debacles en la historia del calcio, un fútbol acostumbrado al éxito por lo civil o por lo criminal. Tras la derrota por 1-0 en Solna, San Siro asistió impotente a una igualada sin goles que dejó a Italia sin Mundial por primera vez en 60 años.

Desde Francia'98 lleva Portugal sin faltar a la gran cita del fútbol mundial. En estos 24 años el combinado nacional luso ha vivido su auténtica época de oro, con futbolistas de talla mundial como Figo, Rui Costa o Cristiano Ronaldo, una Eurocopa en 2016, otra final continental perdida en 2004 o las semifinales del Mundial de Alemania en 2006. Aunque su senda hacia el Mundial de Rusia fue directa y despejada, como campeona de su grupo de clasificación, la selección portuguesa ya solventó una repesca en 2013, camino del Mundial de Brasil'14, con cuatro goles de Cristiano Ronaldo que doblegaron a Suecia y decantaron la siguiente edición del Balón de Oro en favor del jugador de Madeira. También en 2009, con el billete para el Mundial de Sudáfrica'10 en juego y una doble victoria por la mínima ante Bosnia.

No son las únicas selecciones habituales de las grandes citas en apuros. Suecia, verdugo de Italia en 2017, víctima de Portugal en 2013 y rival de España en la fase de grupos clasificatorios, se enfrenta a su tercera repesca consecutiva, esta vez con República Checa como rival en la semifinal de Solna. Los checos no acuden al Mundial desde 2006 y pugnarán ante el combinado nórdico por un puesto en el partido decisivo, que enfrentará al ganador ante Polonia, directamente en la final que tendrá lugar en la ciudad polaca de Chorzów por la descalificación de Rusia, debida a la invasión del gobierno encabezado por Putin en Ucrania.

Precisamente el combinado ucraniano protagonizará una de las historias más emocionales de esta repesca. Los hombres de Petrakov tienen que viajar a Glasgow para medirse a Escocia en Hampden Park, pero con su país en plena guerra, la implicación que esta situación puede tener para cuerpo técnico y plantilla de la cuartofinalista en la última Eurocopa ha obligado a aplazar el partido hasta la ventana FIFA de junio, cuando ya se haya producido el sorteo de la fase de grupos del Mundial. Por su parte, la Gales del desaparecido en el Real Madrid Gareth Bale, recuperado para la gran cita con su selección y «en muy buena forma», se medirá en Cardiff a la Austria de Alaba en la otra semifinal de la tercera ruta hacia el Mundial, con el aliciente de que el vencedor de esta eliminatoria se jugará una plaza mundialista en casa.