En Europa manda el Liverpool y en Inglaterra, también

Parecía que podía peligrar la racha del Liverpool en Anfield, donde no pierde un partido de Premier League desde hace dos años y medio. Sin embargo, el equipo de Jürgen Klopp se mantuvo fiel a su estilo, no pareció acusar demasiado el revés tempranero y probó a Gazzaniga con un chut lejano de Henderson, además de avisar de nuevo en un remate de cabeza de Mané tras un saque de esquina botado por Alexander-Arnold. Tampoco el Tottenham renunció a la presión alta, el ritmo de juego frenético y el contraataque. De hecho, los 'Spurs' rozaron el 0-2 en una buena triangulación entre Kane, Son y Dele Alli, que acabó con un remate peligroso de Eriksen. El eléctrico y virtuoso cuarteto ofensivo de Pochettino ya se dejaba notar en Anfield.

No obstante, el que tuvo las ocasiones más claras fue el Liverpool. Primero Salah, con un disparo que se topó con el paradón de Gazzaniga, y luego Firmino, en un remate que nuevamente desvió el portero argentino, que brilló en Anfield y abrió el debate sobre si el francés Hugo Lloris debería ser titular una vez recuperado de su grave lesión en el codo. Van Dijk avisó de cabeza, una suerte mediante la cual Mané volvió a meter el miedo en el cuerpo 'spur'. En apenas unos minutos, el Liverpool de Klopp ya era dueño y señor del partido y Anfield rugía aún más que de costumbre.

El partido se calentó más de la cuenta y el árbitro del partido, Anthony Taylor, comenzó a sudar para mantener la calma sobre el césped. Sissoko y Rose vieron la amonestación y en esas Mané forzó una peligrosísima falta en la frontal del área del equipo del norte de Londres. Alexander-Arnold no pudo sacar partido del caramelo y el primer acto se fue consumiendo sin mayor incidencia que un posible penalti por mano del colombiano Davinson Sánchez tras centro de Mané que no fue tal, pues el balón impactó en el hombro del central del Tottenham.

Sin tiempo aún para tomar asiento tras el descanso, la afición de Anfield contuvo el aliento en un balón en largo puesto con maestría por Gazzaniga hacia Son, que controló, se fue en velocidad, regateó la salida de Alisson y estrelló su remate con pierna zurda en el larguero 'red'. Parecía que el Tottenham le había cogido el punto al partido en la segunda parte, pero cuando menos se podía presagiar el empate, Fabinho la puso al área, Henderson le ganó la espalda a Danny Rose y remató con pierna zurda a la red.

El Tottenham acusó el golpe y en mitad de la confusión, Davinson Sánchez dejó pasar un saque de banda poderoso de Alexander-Arnold que se acabó convirtiendo en una buena ocasión de Firmino. El partido se había convertido en un asedio 'red'. Wijnaldum remató de cabeza pero lo hizo a las manos de Gazzaniga, que seguía opositando a convertirse en el héroe del partido. El ex del Rayo fue un muro para el Liverpool. Al menos hasta que Salah derribó la puerta en un lanzamiento de penalti que la fe y el inconmensurable físico de Mané y la candidez de Aurier hicieron posible.

Ya por debajo en el marcador, el Tottenham reaccionó en busca de al menos salir de Anfield con algo positivo. El empuje 'spur' acabó metiendo al Liverpool en su área, pero los pupilos de Klopp supieron aguantar el resultado favorable en unos minutos finales que más allá de una buena ocasión de Rose y de un remate de Son blocado por Alisson, sólo dejó una mala noticia para los locales, con las dolencias de Salah que obligaron al egipcio a dejar el partido. El Liverpool manda en Europa y por el momento también lo hace en Inglaterra, pues a pesar de la reacción del City de Guardiola, los 'Reds' siguen al frente de la Premier y lo hacen con seis puntos de margen sobre los 'Citizens', más que probablemente los únicos que pueden discutir al equipo de Klopp el trono inglés.