Ontiveros arruina la fiesta del Mirandés en Anduva

El Mirandés no consiguió volver a la senda del triunfo pese a ponerse por delante en dos ocasiones ante el Cádiz. Un doblete de Gorrotxategi se vio opacado por una soberbia actuación de Ontiveros, que también marcó a pares para certificar el 2-2 final. El elenco dirigido por Alessio Lisci, pese al empate, dormirá un día más en zona de fase de ascenso.

El cuadro jabato no titubeó y arrancó el partido con ganas de adelantarse pronto en el marcador. Muestra de ello fue la interanada del hoy titular Joel Roca, aunque fue detenido por Kovacevic. En la acción siguiente llegó el 1-0. Un saque de banda en largo despejado por Kovacevic le dio a Gorrotxategi la posibilidad de golpear desde el balcón del área y anotar su primer tanto de la temporada. Superó a David Gil, seguramente ayudado por un golpeo en algún rival, con un disparo raso.

La respuesta del Cádiz no se hizo esperar. La zaga de la escuadra jabata no mostró oposición al acercamiento de Ontiveros, un especialista en los golpeos de larga distancia. El jugador malagueño hizo gala de su fama y puso su disparo en la misma escuadra, aunque, afortunadamente, existía un fuera de juego previo del lateral Matos y el VAR invalidó el tanto.

Pese a no subir al marcador, la ocasión sirvió como aviso a un Mirandés que captó el mensaje y se centró en buscar el segundo gol. Pudo hacerlo Reina antes del cuarto de hora de juego, pero su disparo mordido pegó en el larguero. En el rebote, Joel Roca se anticipó a la defensa de la escuadra cadista. Tampoco atinó con todo a favor.

Se calmó el partido durante los siguientes minutos, pero el Cádiz apretó en el tramo final del primer tiempo e igualó la contienda. Matos puso a correr a Ontiveros, mismos protagonistas que en el gol anulado. El futbolista marbellí partió en posición, esquivó la salida en falso de Raúl y definió con la zurda a portería vacía pese a no tener demasiado ángulo para hacer el 1-1.

El descanso le vino bien a los pupilos de Alessio Lisci. El Mirandés volvió a dominar, a tener el balón y el técnico romano dio entrada al ariete Izeta en una declaración de intenciones. La recompensa apareció de inmediato y, justo en el minuto 60, Gorrotxategi adelantó de nuevo al equipo rojillo. Una fenomenal combinación con Panichelli dejó solo al jugador cedido por la Real Sociedad, que superó a David Gil en su salida.

Sin embargo, el partido se convirtió en algo parecido a una competición individual cuando Ontiveros firmó su doblete casi de inmediato. Tras un control fantástico y posterior conducción de Ocampo, el jugador del cuadro gaditano se inventó una colosal picadita con el exterior de su bota derecha ante la que nada pudo hacer Raúl.

A partir de ahí, ninguno de los dos equipos dio un paso adelante y se centraron en no perder lo atesorado más que en ganar el encuentro, aunque Izeta tuvo la ocasión más clara en un balón interior que no pudo definir por el buen hacer de la defensa visitante.

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