El Mirandés logra un punto de oro ante un rival directo

El Mirandés consiguió, después de dos salidas infructuosas, volver a sumar a domicilio, con el mérito de hacerlo ante un Granada que apenas le hizo sufrir. Pese a las ansias de ambos equipos, las defensas se impusieron a unos ataques sin pegada.

La primera mitad tuvo color rojiblanco. Los hombres dirigidos por Fran Escribá saltaron al campo con la defensa muy adelantada, buscando juntar las líneas para evitar que el Mirandés se sintiese cómodo con la posesión. Funcionó la idea del técnico local, que logró anular la superioridad del conjunto de Alessio Lisci en la medular cuando los carrileros se sumaban al ataque.

Pese a ello, la primera ocasión cayó del bando jabato al poco de comenzar. La buena presión de Panichelli le permitió cortar un mal pase de Hongla y encarar la portería del Granada, pero su disparo blando se encontró con las manos de Luca.

No tardó mucho en llegar la réplica de la escuadra granadinista, que lo hizo por partida doble. Primero en un centro de Villar que se le complicó a Raúl, que volvía a su antigua casa, y luego con un disparo raso buscando el primer palo de Tsitaishvili al que respondió con una buena intervención el guardameta bilbaíno.

Despojado del balón para poder transitar, el conjunto jabato se centró en el fútbol directo para generar peligro. Fue en ese registro donde brilló especialmente un Izeta que dispuso de las dos ocasiones más claras del Mirandés en la primera mitad. Rozó el tanto con un disparo desde la frontal del área que tocó el poste izquierdo de la portería local, aunque la oportunidad más clara llegó en una internada en el área en la que su disparo se topó con el pie de Luca.

Entre ambas ocasiones pudo marcar Boyé. Galopó por la banda izquierda Rebbach y puso un balón raso al área que encontró, tras un intento de despeje de Juan Gutiérrez, al delantero argentino en posición franca de remate. Su disparo tocó ligeramente en Tachi, lo que permitió que Raúl pudiese despejarlo a córner.

En el inicio de la segunda parte se vio al Mirandés más impetuoso y decidido, con varios saques de esquina y llegadas al área de Luca en las que no acertó a concretar. Los locales, tras ese buen inicio de los hombres de Lisci, mantuvieron la posesión. Sin embargo, no lograron encontrar huecos en la línea defensiva de la escuadra jabata, que supo esperar su oportunidad, principalmente buscando hacer daño al Granada por las bandas.

Pese al empuje de ambos equipos, el encuentro se terminó diluyendo entre faltas en la medular y balones en largo que no encontraban a sus destinatarios. Los hombres de Alessio Lisci volvieron a demostrar tener una de las mejores defensas de la categoría y secaron al segundo equipo más goleador para sumar un nuevo punto que tratarán de hacer aún mejor con una victoria ante el Racing de Ferrol en el siguiente encuentro en Anduva.

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