Un Mirandés en inferioridad numérica se ve rebasado por el líder

El Mirandés, sin incentivos clasificatorios por la sobrada permanencia, afrontó con ganas el último partido del curso como local. El primero que asustó fue el Granada con dos llegadas por la banda que no encontraron rematador.

La respuesta local llegó por medio de Salinas, cuyo remate cruzado no encontró puerta. El Granada volvió a rondar el gol con un disparo ajustado de Puertas que Alfonso Herrero sacó con reflejos. Como réplica, Raúl estuvo a punto de marcar, tras recoger un rechace dentro del área, y el disparo del atacante encontró una gran respuesta de André Ferreira.

Una acción en el minuto 24 cambió por completo el partido a favor del Granada. Uzuni aprovechó un agujero en la defensa para plantarse en la frontal y fue derribado por Álvaro Sanz, que vio la roja directa al abortar una ocasión de gol, así que el Mirandés debió afrontar más de una hora de partido con diez jugadores.

Sin embargo, el Mirandés volvió a asomarse en ataque, de nuevo por medio de Salinas, que no llegó a conectar un pase a la espalda de la defensa. El Granada comenzó a mover el balón y, seis minutos después de la expulsión, un centro de Neva sin aparente peligro no fue despejado con contundencia por Raúl Navas, lo que permitió a Puertas, solo en el segundo palo, cabecear a la red. El paso por los vestuarios no varió el panorama.

El Mirandés reclamó un posible penalti a Barbu, el preludio de una genialidad de Roberto López, en la que el maño recogió un balón en el círculo central y desde allí envió un obús teledirigido al fondo de la portería. Sin embargo, cinco minutos después, Puertas capturó un balón suelto en el área para devolver la ventaja al líder.

El equipo jabato estuvo cerca del empate con un disparo de Gelabert que sacó con los pies el portero. Sin embargo, el líder sentenció en una acción aislada de calidad de Bryan Zaragoza, que, tras tumbar a dos rivales, marcó de disparo cruzado en el minuto 78.