El Mirandés empata y ya saborea la permanencia

Gelabert fue la única novedad introducida por Joseba Etxeberria con respecto a la última jornada. Álvaro Sanz fue el sacrificado. Mantilla y Satrústegui fueron las caras nuevas en las filas de un Racing que también presentó una defensa de cinco, con una banda izquierda a la que caía Íñigo Vicente, dejando espacio para las subidas de Saúl.

El Mirandés jugó bastante cómodo tras adelantarse rápido en el marcador. Sólo habían transcurrido tres minutos cuando un contragolpe contó con la apertura de Roberto López para Juanlu, que dobló y metió el balón raso al área para que desde el punto de penalti y de primeras, Raúl enviase el balón al fondo de las mallas. Era el 1-0.

La mayor parte de las acciones de peligro del primer tiempo fueron para el cuadro rojillo. Íñigo Vicente se revolvió en la frontal y disparó alto antes de llegar al minuto diez. Antes del 15, el portero visitante salvó el 2-0. Fue tras un zapatazo con la zurda desde 30 metros que se marchó al larguero tras tocar con la punta de los dedos Ezkieta, que también atajó un remate en escorzo de Álex Martín en el segundo palo.

La tendencia cambió ligeramente rebasado el ecuador del primer acto. En el minuto 26, llegó la mejor ocasión racinguista. Un disparo de Mboula impactó en la mano de Álex Martín y el árbitro señaló penalti. Pero el lanzamiento de Íñigo Vicente lo detuvo Alfonso Herrero. En el minuto 41 llegó el tanto empate con un tiro de falta de Juergen que tocó Alfonso Herrero, pero que no fue capaz de atajar. El balón pegó en el palo antes de acabar dentro del marco del conjunto jabato.

El segundo acto fue, si cabe, más igualado. El equipo rojillo llevó el peso del juego, pero creó poco peligro. Las áreas dejaron de ser protagonistas y por momentos el encuentro se volvió tedioso. Un centro-chut de Salinas que sacó el portero racinguista en el primer palo, fue la primera acción de peligro del segundo período. Sobrepasada la hora de juego, un centro de Juanlu con rosca, lo remató Raúl, adelantándose de cabeza a la defensa, pero el esférico se marchó alto.

La única acción de cierto peligro de la escuadra cántabra llegó en el minuto 69 tras un robo cerca del área del Mirandés, pero Aldasoro se llenó de balón antes de rematar elevado. En el último cuarto de hora Llabrés, que había ingresado en la segunda parte, recortó en la media luna para armar su disparo, pero Mantilla evitó el tanto con la cabeza. El marcador no se movió más y el Mirandés acaricia la permanencia.