Un Mirandés diezmado asalta El Molinón

El Mirandés, después de tres salidas infructuosas, consiguió retomar la senda del triunfo en un escenario imprevisto y en una situación que no invitaba al optimismo. Plagado de bajas a causa de los positivos por la covid-19, tanto en la plantilla como en el cuerpo técnico, el equipo ofreció su mejor versión, con una pareja improvisada de centrales, y asaltó el único estadio de LaLiga en la que el anfitrión no había perdido. El equipo jabato se rehízo en los últimos 20 minutos del gol de Djurdjevic de penalti en el comienzo de la segunda mitad.

Empezó frenético el Sporting, con mucha verticalidad y dispuesto a encarrilar pronto el encuentro. Y una arrancada de Djurdjevic, con cesión del pichichi de la categoría, a Aitor, acabó con un chut de éste que finalizó en córner después de rozar en un defensa. El atacante montenegrino estuvo cerca de hacer el 1-0 a pase de Nacho Méndez, aunque su tiro, en posición escorada, acabó en el lateral de la red.

Se sacudió el dominio el Mirandés superados los diez primeros minutos de partido y poco a poco, atesorando la posesión de la pelota, comenzó a jugar en campo rival y a alejar el peligro de su área. Después de avisos tímidos de Javi Muñoz y Caballero, llegó, tras una perfecta transición del conjunto jabato mediado el primer periodo, un remate sutil de Iván Martín que hizo lucirse a Mariño.

Controló la situación la escuadra mirandesista hasta el descanso. Un disparo de Djurdjevic y un cabezazo de Javi Fuego no encontraron su objetivo, como tampoco un remate de Cristo a pase de Jirka.

El 1-0 llegó al comienzo de la segunda mitad. El viejo dicho infantil de «penalti y gol es gol», no se hizo efectivo, al menos, en primera instancia. Porque un cabezazo de Djurdjevic que golpeó en el brazo de Meseguer acabó en el fondo de la portería después de que Babin, al que la pelota le golpeó en el codo, pegado al cuerpo, lo empujara a las mallas. ¿Gol? ¿Penalti? A instancias del VAR, tras revisar la acción, el colegiado decretó pena máxima, que el infalible Djurdjevic acomodó en la portería de Raúl.

Dio entrada Pablo Álvarez a Moha en detrimento de Caballero y un par de minutos después de estar en el césped, el jugador marroquí cabeceó en plancha un centro de Víctor Gómez desde la derecha y la pelota salió alta.

Sin embargo, en la siguiente oportunidad no falló Moha. Una jugada trenzada por el Mirandés de derecha a izquierda acabó en sus botas tras un taconazo de clase de Cristo. El atacante marroquí ajustó el remate al palo y estableció el 1-1. Un par de minutos después fue expulsado Pablo Álvarez, pero el equipo, huérfano de sus dos técnicos, no se resintió y, en un envío desde la izquierda de Letic, Valiente acudió al corte en un balón en el que Mariño había abandonado la portería. Iván Martín, receptor del despeje del central, estuvo fino en la definición a la primera y marcó a puerta vacía.

Pudo hacer más brecha el Mirandés con una falta directa que Mariño le despejó a Cristo y con un disparo raso de Moha en el minuto 94 que atrapó el meta gallego del Sporting.