El Mirandés asalta El Molinón en un vendaval goleador y se acerca al objetivo de la salvación

Había arrancado el encuentro a un ritmo vertiginoso. Fruto de ello, llegó el primer tanto, favorable al conjunto gijonés, pero invalidado por fuera de juego de Milanovic tras un centro de José Ángel. Dos minutos después, el Mirandés tiro de efectividad en su primera ocasión. Recibió Juanlu tras un saque de banda, ganó la línea de fondo y metió el pase atrás, donde llegó Salinas, que batió a Cuéllar.

Tras el tanto, el cuadro jabato comenzó a mover el balón con mayor tranquilidad. Al equipo rojiblanco le faltó velocidad y verticalidad con el balón, y el Mirandés aprovechó un error de Insua para dinamitar el choque. Falló el central gallego en la salida de balón y lo aprovechó Jofre Carreras, que batió a Cuéllar en el mano a mano tras la asistencia de Raúl. Poco a poco el cuadro sportinguista le dio más velocidad a su ataque y recortó la distancia antes del descanso. Tras un aviso de Queipo, Pedro Díaz metió un golazo desde fuera del área y acercó al cuadro de Miguel Ángel Ramírez en el marcador. Aunque una ocasión de Óscar «Pinchi» que sacó Cuéllar pudo suponer el 1-3.

La segunda mitad arrancó como la primera, con mucho ritmo y otro error local que marcó el encuentro. El fallo fue de Christian Rivera y Óscar «Pinchi» lo aprovechó para poner el balón cerca de la escuadra con un trallazo imparable. El tercer tanto jabato dejó sin ideas al Sporting, herido por el mazazo. De nuevo sacó partida el Mirandés de la desconexión local. Insua, en otro error, falló ante el pundonor de Óscar «Pinchi», que ganó la línea de fondo, metió un pase atrás para Raúl y éste cedió a Juanlu, que, tras recortar, anotó el cuarto tanto del Mirandés con un tiro raso que sorprendió a Cuéllar.

La victoria era clara para los pupilos de Joseba Etxeberría, con tres goles de diferencia y con una posesión de balón cómoda. Sin embargo, el Sporting, con todo perdido, tiró de corazón y se metió en el partido. A falta de diez minutos para el final, Aitor hizo bueno un centro defectuoso de Pol Valentín y batió por bajo a Alfonso Herrero.

El cuadro gijonés buscó el fútbol directo para llegar a los dominios del guardameta toledano. Y en el tiempo de compensación, Aitor, en otro desliz defensivo, esta vez de Juanlu, en una tarde de muchas concesiones atrás, recortó la ventaja a un gol y la afición local creyó en el empate. Los últimos dos minutos del partido se le hicieron eternos al Mirandés, pero los pupilos de Joseba Etxeberría aguantaron el resultado y conquistaron su segundo triunfo lejos de Anduva, tres meses después de ganar en Santander.