El Mirandés asalta Cartagonova con doblete de Cristo

Decía José Alberto López en la previa que el partido poco tendría que ver con el de la ida, y los rojillos lo encararon de la mejor manera posible. Tratando de adueñarse desde el primer momento del balón para buscar el primero lo antes posible y sin excusas.

El control del esférico era la mejor manera de protegerse y también de encontrar las costuras de un conjunto albinegro al que la ansiedad podía jugarle una mala pasada.

El C.D.Mirandés logró su propósito inicial. Cumpliendo con su plan de partido, los rojillos fueron enlazando buenos pases, con la agresividad ofensiva de la que tantas veces había reclamado su técnico. Así Pablo Martínez a los pocos minutos no dudaba en golpear con virulencia un balón lejano que se estrellaba bruscamente contra el travesaño. Era una declaración de intenciones.

El dominio se fue acentuando durante los primeros 15 minutos de juego, en los que el gol parecía ser cuestión de tiempo para los visitantes. La demora de ese primer gol hizo que los locales se desquitaran del agobio y tratasen de combatir por instantes la posesión.

No tuvo efecto sin embargo la intentona murciana que, a la contra, veía como por los costados le llegaban dosis de mucho peligro. De hecho, en una acción en la izquierda, Djouahra se revolvía y recibía la falta del defensor justo cuando pisaba ya área. Era penalti.

Cristo González cogía el balón decidido a abrir el marcador desde los once metros. Y con golpeo potente y arriba lograba convertir su primer gol como rojillo. Inapelable. 0 a 1.

El gol del C.D.Mirandés provocó una marisma de nervios en el equipo local, que, en apenas dos minutos, regalaba un balón en la frontal para que de nuevo los mismos protagonistas se encargasen de transformar el segundo y definitivo gol del partido. Djouahra roba, avanza y se la da a Cristo, que con sutileza recibe, pausa y se prepara a su pierna buena un balón que envía con mimo a la cepa de la portería de Marc Martínez. 0 a 2.

El jugador canario se colocaba como bigoleador de la noche, e incluso tuvo en sus botas completar el 'hat trick' con otra buena acción que no encontraba la red, en plena avalancha rojilla.

Al filo del descanso, Berrocal mandaría a la red un balón botado desde el córner de un buen cabezazo, pero una falta del propio Cristo en la pantalla sentenciaría la jugada al revisarse en el VAR. Y a vestuarios.

En la segunda mitad, el C.D.Mirandés no renunció al ataque y siguió buscando el tercer gol con el que finiquitar la noche, no sin un encomiable trabajo defensivo que apenas concedió espacio al ataque albinegro.

Sin grandes ocasiones sobre la portería de un seguro Raúl Lizoain, los rojillos terminarían por zanjar una importante y completa victoria con la que romper una mala racha de resultados y situarse así con 30 puntos en la zona noble de la clasificación.