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Zinedine Zidane afronta el verano más complicado desde que es técnico. La desastrosa trayectoria del Real Madrid el pasado curso, que no logró revertir el marsellés con su vuelta, ha configurado una pretemporada crucial para el futuro de los blancos, que prosiguen con su lavado ... de cara tras acometer cinco fichajes y cumplimentar ya siete salidas. Queda por resolver el futuro de varios integrantes del plantel con contrato en vigor pero que no entran en los planes del galo o figuran en la lista de transferibles elaborada en la zona noble del Santiago Bernabéu para aumentar la caja de caudales a fin de rubricar el proyecto con la gran petición del preparador, un Paul Pogba que suscita recelos en los despachos por su carácter y elevado coste pero al que Zizou estima imprescindible.
Al francés, revestido de grandes poderes tras aceptar ser el pararrayos de Florentino Pérez en los meses más convulsos del último lustro, le toca asumir un puñado de decisiones que determinarán el devenir de una escuadra obligada a reinventarse en estas semanas de trabajo en Montreal.
Portería
En vísperas del duelo con el Valencia del pasado curso en Mestalla, Zidane aseguró que no habría debate sobre los porteros en la temporada venidera. Tras alternar a Thibaut Courtois y Keylor Navas en la recta final, comunicó al tico que lo mejor para él era salir puesto que el belga sería el titular en la campaña 2019-2020.
El arquero de las tres Champions consecutivas incluso disputó un partido ante el Betis con aroma a despedida. Pero sus exigencias salariales y la negativa de la directiva a dejarle partir con la carta de libertad le han impedido encontrar acomodo en otro equipo. Zidane siempre le defendió pese a asumir a regañadientes el deseo del club de que sea Courtois el indiscutido titular. La cesión de Luca Zidane al Racing de Santander alivia la presión sobre el entrenador, que tuvo que escuchar acusaciones de nepotismo, pero la permanencia de Keylor taparía a Andriy Lunin, al que en los despachos veían como recambio ideal del ex del Chelsea.
Lateral izquierdo
Dueño del costado izquierdo el último decenio, Marcelo vivió sus peores días durante el curso pasado. Sergio Reguilón le quitó el puesto con Santiago Solari, pero el regreso de Zidane, al que considera como un «hermano mayor», le dio aire. El francés siempre ha tenido una sintonía especial con el brasileño, pero diagnosticó que su bajo estado de forma y lagunas defensivas hacían necesaria la irrupción de un nuevo competidor. Por eso aterrizó Ferland Mendy. El internacional galo obligará a subir el listón a un futbolista que fue determinante en la última época dorada de los blancos.
Centro del campo
La anemia ofensiva mortificó al Real Madrid la pasada campaña. La marcha de Cristiano Ronaldo abrió un socavón imposible de rellenar. La responsabilidad goleadora recayó de forma desmedida en Karim Benzema, sin que los centrocampistas ayudasen a paliar la falta de pegada. Zidane ambiciona un centro del campo más dinámico, físico y con mayor colmillo del que le catapultó a un trienio inédito de 'orejonas' en la era Champions. Casemiro, Modric y Kroos siguen teniendo la confianza del técnico, que reclama en cualquier caso la incorporación de Pogba, un 'box to box' que marcó 16 goles el último curso, siete más de los que reunió el trío que conformó de forma regular la sala de máquinas del Real Madrid. Su llegada podría alterar el habitual 4-3-3 de Zidane, que ya dejó claro que habría variaciones en un esquema que se perfila más dúctil con los fichajes ya oficializados.
Hazard-Vinicius
Zidane vio materializado uno de sus grandes anhelos con la llegada de Eden Hazard, nuevo estandarte del conjunto de Chamartín. Pero su incorporación coloca en una difícil tesitura a Vinicius, al que el técnico dio poco carrete tras superar la lesión que sufrió ante el Ajax. Valor emergente y ojito derecho de la hinchada, el carioca tendría que desplazarse a la derecha para dejar libre la izquierda al belga, salvo que el marsellés coloque a éste de mediapunta. Un movimiento que complicaría más la definición del brasileño, forzado a buscar el remate con su pierna mala. A ello se suma el tortuoso encaje de Isco y Bale, con el cartel de 'Se vende' pero sin ofertas, y el papel de Asensio, estancado pero que vivió días de brillo con Zidane.
Delantera
Con Benzema reforzado como ariete tras su gran campaña, a Luka Jovic le toca abrir una nueva vía de preocupación para los zagueros rivales. Pero antes Zidane tendrá que resolver el rol del serbio, cuyo coste, 60 millones de euros, incita a algo más que el papel de mero revulsivo.
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