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Con la ansiada llegada de Iñigo Martínez, cuyos flirteos con el Barça se remontan a hace ya seis años, desde que dejó la Real Sociedad y recaló en San Mamés, el campeón de Liga ha completado una zaga que prácticamente no tiene fisuras. El central de Ondarroa firmó el miércoles con el club culé hasta el año 2025 y se une a los Koundé, Araujo, Christensen y Eric García para cerrar un eje central en el que los culés no buscarán más refuerzos y quizá dejen salir a alguno se llega una buena oferta. Con cinco zagueros para apenas dos puestos, ahora la pelota está en el tejado del técnico Xavi Hernández, que será el que tenga que gestionar un overbooking que hacía tiempo que no se vivía en la Ciudad Condal.
«Llevo muchos años en el mundo del fútbol y puedo aportar en todos los sentidos. Son muchos partidos jugados y mucha experiencia vivida en los terrenos de juego, así que lo mío va a ser intentar liderar la defensa», afirmó Íñigo Martínez en sus primeras palabras como jugador del Barça. El ex del Athletic quiso marcar terreno y dar un paso al frente en una batalla que sabe que será dura a lo largo de todo el año para asegurarse un sitio en el once. El nuevo fichaje culé tendrá que competir con otros cuatro compañeros pero a la vez rivales de demarcación, si quiere seguir manteniendo los casi 2.500 minutos que ha promediado por temporada desde su irrupción hace más de una década en la Real Sociedad.
Xavi podrá contar esta temporada con Jules Koundé, Ronald Araujo, Andreas Christensen, Eric García y el referido Íñigo Martínez, sin contar a un multiusos Marcos Alonso que es un recambio de lujo y puede lucir tanto en el lateral izquierdo, en principio reservado para Balde, como de central zurdo. Sin tener en cuenta al cántabro, hasta cinco zagueros pelearán por dos puestos en una retaguardia que no varió un ápice en los diferentes cambios de dibujo que los azulgrana tuvieron el pasado año.
El 4-4-2 o el 4-3-3 no difieren en la retaguardia para una pelea en la que, hoy por hoy, el único jugador que tiene un sitio garantizado es Araujo. Las características físicas del uruguayo se ajustan como un guante a la presión adelantada que Xavi quiere para su proyecto y el egarense en consciente que no hay nadie como él para rectificar la posición y correr hacia atrás cuando hay muchos metros a su espalda.
Con el central diestro ya asignado, la gran duda es el acompañante. Christensen rindió a un nivel muy por encima de lo esperado la pasada temporada. Logró asentarse cuando las lesiones le respetaron y demostró ser muy sólido al corte y tener una buena salida de balón, algo crucial en el Barça y más aún si el acompañante es Araujo, menos dotado en este apartado. El danés será el principal escollo de Iñigo Martínez para entrar en el once. El de Ondarroa llega para liberar a Marcos Alonso de esas funciones tras el adiós de Jordi Alba y cumple a la perfección con las características que Xavi exige para esa demarcación.
Un jugador contrastado, pero que todo indica que puede variar su posición muy a su pesar, es el francés Jules Koundé. El galo ya dejó claro al club que no quería volver a jugar de lateral, pero todo hace indicar que esa demarcación puede volver a ser lo que le espere este curso. Más allá del 'overbooking' en la zaga, el Barça solo cuenta con Sergi Roberto como carrilero diestro, un déficit que hace que el ex del Sevilla sea el favorito para ser ese jugador que permita al equipo formar con tres defensas de fase defensiva y libere a un Balde que parece más fijo que nunca en el lateral zurdo. «Nos gustaría reforzarnos, pero veremos dónde llega el mercado y nosotros», dijo Xavi al ser preguntado por ese déficit en el flanco diestro.
La llegada de Iñigo Martínez tiene, además, otro daño colateral. Eric García pasa automáticamente a ser el quinto central en el escalafón y eso hace que el club culé mire con buenos ojos una posible salida en forma de cesión o incluso venta. La pasada temporada apenas disputó 1.414 minutos en Liga y esa participación se puede ver todavía más mermada salvo que Xavi encuentre para él otra demarcación.
En el tramo final del anterior curso ya disputó minutos como pivote defensivo y puede ser ese su nuevo rol, si no aparece una oportunidad de mercado, para poder dar descanso al fichaje que los culés quieren hacer en esa posición. «Tenemos muchas opciones para el pivote pero no son naturales. Nos hemos de reforzar y bien», aseguró Xavi este jueves en un campus organizado por el Banco Santander, al tiempo que afirmó que Nico, otro competidor en ese puesto, «empezará la pretemporada» y luego decidirá en consecuencia.
Así pues, el Barça inicia este lunes la pretemporada con la zaga blindada tras el fichaje de Iñigo Martínez pero con muchas dudas en el apartado de salidas. Xavi afirmó este jueves que «Mateu Alemany (el director deportivo) lo tiene bastante claro y sabe que tienen que producirse salidas para poder incorporar».
Ese mensaje es una muestra más de que ahora mismo lo que preocupa en el club culé es agilizar la masa salarial y poder hacer hueco para los nuevos refuerzos que el técnico de Tarrasa considera fundamentales. Jugadores como Eric García, Kessié, Lenglet, Ansu Fati, Collado, Dest, Nico o Abde están en el escaparate y condicionan una planificación que en este momento pasa por encontrar destino a todos ellos.
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