El Villarreal resuelve sus dudas con una remontada

El equipo castellonense siente la presión. Tiene la obligación de no dejar pasar su segundo partido en casa sin ganar, sobre todo si se tienen en cuenta las expectativas que ha despertado. Tiene la necesidad de ganar, no angustiosa, pero sí para certificar que sus aspiraciones y su inversión le dirigen a la zona alta.

A la baja del lateral Alberto Moreno, que ya no jugó en el primer partido, el Villarreal ha respondido en el mercado con la llegada del lateral ecuatoriano Pervis Estupiñán. Un esfuerzo económico alto, con la idea de contar con una banda izquierda de máximo nivel. Él podría ser la gran novedad del once amarillo de este sábado.

En cambio, sigue de baja el delantero Carlos Bacca, pero el técnico puede contar con Ramiro Funes Mori, ya con el alta médica de forma definitiva. A esa ausencia hay que sumar la del también lateral Rubén Peña, lesionado muscularmente la jornada anterior.

El once del Villarreal puede ser el formado por Sergio Asenjo en la portería, con una línea defensiva con Mario Gaspar, Raúl Albiol, Pau Torres y Pervis Estupiñán o Alfonso Pedraza.

En la medular estarán Francis Coquelin y Dani Parejo como pivotes, con Samu Chukwueze y Moi Gómez o Take Kubo en las bandas. Y con una delantera formada por Gerard Moreno y Paco Alcácer, pareja llamada a ser la titular a lo largo de toda la temporada.

Enfrente, el Eibar afronta su primera salida de la temporada con la advertencia de su última visita al estadio de La Cerámica, donde fue goleado por el Villarreal hace dos meses (4-0).

La situación es muy distinta ahora, dado que entonces el resultado era totalmente intrascendente una vez que los eibarreses ya tenían la permanencia matemáticamente asegurada, pero este sábado los tres puntos en juego tendrán mucho valor.

El Eibar, después del empate a cero ante el Celta, que rompió una mala racha de dos años con derrota en el comienzo liguero, busca su primera victoria y lo cierto es que el estadio castellonense no se le ha dado tradicionalmente mal, puesto que en las seis temporadas que lleva en Primera ha logrado dos victorias y un empate.

El conjunto guipuzcoano continúa reforzándose con la vista puesta en asegurar la permanencia un año más en LaLiga y a ser posible hacerlo con más holgura que en la anterior campaña, en la que tuvo que sufrir prácticamente hasta el final.

Poco después de su debut liguero ante el Celta, en el que se estrenaron sus dos primeros fichajes, el internacional polaco Damian Kadzior y el malagueño José Recio, llegó cedido por la Real Kevin Rodrigues para reforzar la línea de contención del Eibar y el pasado miércoles se hacía oficial el fichaje de Yoshinori Muto, delantero japonés prestado por Newcastle y que incrementará el poderío eibarrés en el apartado ofensivo.

Muto lo tiene casi imposible para jugar en Villarreal, ya que apenas conoce el equipo y sólo ha hecho un entrenamiento con el resto de la plantilla, mientras el resto de los jugadores estarán a plena disposición de José Luis Mendilibar, salvo los lesionados José Ángel «Cote» y Anaitz Arbilla y el sancionado Pape Diop.

La principal novedad podría ser la inclusión en el once de Kevin Rodrigues, que se encuentra en un excelente estado de forma, como ha demostrado esta semana en los entrenamientos y no precisa de la adaptación de su otro fichaje estrella, el polaco Damian Kadzior, dado que Rodrigues conoce perfectamente la Liga española.

El Villarreal resolvió con una remontada las dudas que mostró en algunas fase del encuentro ante el Eibar, un equipo al que la fluidez de ciertos momentos del choque no le dio para puntuar en La Cerámica (2-1).

Tras el 0-0 del primer periodo, Kike adelantó al Eibar al comienzo de la segunda parte, pero los delanteros locales Gerard Moreno y Paco Alcácer dieron la vuelta al marcador antes de la media hora del segundo tiempo.

Pese a ello, fue un encuentro nivelado y, aunque jugado a buen ritmo, ambos equipos dejaron claro que necesitan mejorar, en el caso del Villarreal en la adaptación de los centrocampistas Coquelin y Parejo.

Aunque la iniciativa en el tramo inicial corrió por cuenta del equipo local, el Eibar, con una presión alta, no tuvo excesivos problemas para neutralizar los ataques de su rival.

Un gol anulado a Gerard Moreno por fuera de juego a los diez minutos de partido se convirtió en la opción más clara del Villarreal en el primer periodo.

El Eibar consiguió que el equipo de Unai Emery cayera con frecuencia en fuera de juego y aprovechó la recuperación de balones en los ataques del conjunto de La Cerámica para atacar tanto al contragolpe como en centros laterales.

Inui tuvo una clara opción a la contra y Expósito, en un tiro colocado, pero Sergio Asenjo, en sus dos únicas intervenciones del primer periodo, estuvo muy acertado.

A medida que avanzó la primera mitad, el Eibar se mostró más cómodo, al tiempo que el Villarreal tenía problemas para mantener la imagen de los primeros minutos, ya que su dominio inicial se había diluido.

A pesar de que al descanso se llegó sin goles, ambos equipos habían dispuesto de opciones de gol antes del ecuador del encuentro.

Un robo de balón al comienzo de la segunda mitad permitió que el esférico llegara a Kike García, quien, tras driblar a Asenjo, puso el 0-1 en el marcador, lo que ratificaba la mejoría que el equipo vasco mostraba ya al final del primer periodo.

El Eibar creció en confianza, pero un cabezazo de Gerard Moreno obligó a Dmitrovic a realizar una gran parada en una fase de juego en la que la oportunidad de los locales fue una circunstancia aislada.

El partido pasó a ser de alternativas, con contragolpes del Eibar y llegadas del Villarreal en el contexto de un fútbol muy dinámico y en el que una gran acción individual de Gerard Moreno puso, con un tiro cruzado con la derecha, el 1-1 en el marcador.

Posteriormente y sin que el partido hubiera variado, una penetración de Pac Alcácer significó el 2-1 en el marcador tras una acción inicialmente anulada por fuera de juego, pero que el VAR revisó para conceder el gol.

A partir de ese momento, el Villarreal supo neutralizar las intentonas ofensivas del equipo de Jose Luis Mendilibar con la entrada de futbolistas con oficio para controlar el balón.