La trayectoria de Piqué, en siete momentos

Guardiola, su gran valedor

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Tras su formación en las categorías inferiores del Manchester United, al que se fue con 17 años, y un fugaz paso por el Zaragoza como cedido en la temporada 2006-07, Gerard Piqué retornó al Barça en el verano de 2008. Su fichaje por el primer equipo azulgrana coincidió con la llegada de Pep Guardiola al banquillo del Camp Nou, en plena reconstrucción tras el abrupto final de la era Frank Rijkaard. De la mano del técnico catalán, el central se convirtió en un pilar de la etapa dorada del club.

El 'sextete' de 2009

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Piqué fue indiscutible en aquellla histórica conquista de los seis títulos posibles entre la campaña 2008-09 y el inicio de la 2009-10 -Champions, Liga, Copa del Rey, Supercopa de España, Supercopa de Europa y Mundial de Clubes-. Protagonizó momentos inolvidables como aquel gol en el memorable 2-6 al Real Madrid en el Santiago Bernabéu.

El Mundial de Sudáfrica

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La selección española tocó el cielo el 11 de julio de 2010 en el Soccer City de Johannesburgo y Piqué desempeñó un rol fundamental en aquel combinado dirigido por Vicente del Bosque, en el que disputó absolutamente todos los minutos del torneo con el también azulgrana Carlos Puyol como acompañante en el eje de la zaga.

También campeón de la Eurocopa

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España completó un ciclo absolutamente mágico con la conquista de la Eurocopa en 2012, un torneo en el que de nuevo Gerard Piqué fue absolutamente indiscutible para Del Bosque, disputando todos los minutos en la fase final.

Triplete con Luis Enrique

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Con un tridente ofensivo de época formado por Messi, Luis Suárez y Neymar, el Barça conquistó en 2015 su quinta y hasta el momento última Liga de Campeones. Fue ante la Juventus, en Berlín, con Piqué como comandante de la zaga azulgrana.

La debacle del Mundial de Rusia

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Piqué disputó el último de sus 102 partidos con la selección española en octavos de final del Mundial de Rusia en 2018. Fue un amargo adiós, pues La Roja cayó en la primera ronda eliminatoria ante la anfitriona, un conjunto muy por debajo de su nivel, en un partido en el que monopolizó la posesión de balón pero fue absolutamente incapaz de generar peligro.