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Primera comparecencia del Cholo Simeone en esta pretemporada y nuevo capítulo en el culebrón de Joao Félix, todavía jugador del Atlético aunque tanto el delantero portugués como el club con el que tiene contrato hasta 2017 quieren acabar más pronto que tarde con una relación ... tormentosa, cada vez más complicada.
Recién iniciada la gira asiática, el técnico argentino dio su primera rueda de prensa en la víspera de un amistoso entre los colchoneros y el Team-K League, un combinado con los mejores jugadores surcoreanos. Mucho periodista local, preguntas tópicas sobre el recibimiento al Atlético en la zona, sus flirteos por Kang-in Lee, que al final se decantó por el PSG, y dos nombres encima de la mesa: Joao Félix y Morata.
¿Cómo ve la situación de Joao?, le cuestionaron. Simeone no lanzó balones fuera y dedicó algunos mensajes inequívocos al portugués hablando de «respeto» y «humildad». «Lo fundamental es que ninguno de los que estamos dentro del equipo es más importante que el Atlético. Cuando llegamos al club, hay valores como compromiso, humildad, respeto… Hasta el último día tenemos que darlo desde donde estemos. Nadie, pero nadie, pero nadie, hay por encima del Atlético, enfatizó sobre el joven internacional luso.
Mucho más ambiguo el argentino en relación al ariete madrileño, por quien puja la élite del fútbol italiano, pero que todavía no ha decidido su futuro. A diferencia de lo que ocurre con Joao, que a causa de su actitud y sus declaraciones se ha cavado su tumba con respecto a la afición colchonera, los compañeros de vestuario, el cuerpo técnico y la directiva, la relación con Morata es buena.
En Seúl hubo cumbre entre el entrenador y el delantero. «La charla en privado no las vamos a comentar abiertamente. Estoy contento con Álvaro, es importante para nosotros. Tenemos una competencia muy buena con estos cinco delanteros que hay. Todo eso nos hace mejores. Ojalá siga de la misma manera que todos estos años, ha competido muy bien, tiene margen de mejora», subrayó Simeone. En apariencia, más cerca de seguir en el club donde tiene contrato hasta 2026, aunque todo depende al final del montante de las ofertas italianas.
El Atlético necesita reducir su masa salarial y vender para poder fichar el mediocentro que tanto desea, pero todo depende de lo que ocurra con Joao. En 2019, con solo 19 años, se convirtió en el fichaje más caro en la historia del Atlético (126 millones) y no ha progresado adecuadamente, más bien todo lo contrario. Nunca sintonizó con su entrenador y se sumó a esa corriente de críticos con el Cholo, convencidos de que el estilo que promulga el argentino le perjudica.
Joao inició un pulso y decidió irse del Atlético el pasado invierno rumbo el Chelsea, justo cuando Simeone sufría sus peor momento en el banquillo del Metropolitano tras caer en la fase de grupos de la Champions. Pero Joao apenas anotó cuatro goles en 20 partidos y fracasó en Stamford Bridge, mientras que el Atlético creció sin él. Este verano volvieron a encontrarse porque nadie ofrece los 100 millones que pide el Atlético o una cesión que incluya los 15 millones brutos de ficha más la amortización.
El luso no tiene apoyos dentro del club, ya ni siquiera del sector de la afición crítica con Simeone. Al club le han indignado las recientes declaraciones en las que dijo que le encantaría jugar en el Barcelona y que para él, el conjunto azulgrana, siempre había sido su primera opción. Unas manifestaciones que se suman a lo que manifestó en alguna entrevista durante su cesión al Chelsea quejándose del estilo del Cholo y hasta de la afición, lo más sagrado en cualquier club. «Estuve tres años y medio en el Atlético de Madrid y no tuve ningún cántico«, llegó a quejarse.
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