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EFE
SEVILLA
Domingo, 12 de julio 2020
Sevilla y Mallorca dirimen este domingo un duelo de objetivos contrapuestos y que puede ser crucial para acercarse a sus respectivos sueños de volver a la Liga de Campeones, un reto a tiro de los hispalenses, y de creer hasta el final en una salvación ... que los baleares tienen a tres puntos.
Los andaluces son cuartos, igualados a 63 puntos con el Atlético de Madrid, tercero, y con seis de ventaja sobre el Villarreal, quinto y el único que puede pelearle su plaza de Champions, y llegan a la cita, la última de sus tres 'finales' en siete días, en un momento dulce y con el ánimo reforzado tras su gran partido en Bilbao, con remontada incluida (1-2).
El equipo de Julen Lopetegui, que, con su cautela habitual, no quiere ninguna confianza o relajación ante un rival «muy en forma, agresivo, que se juega la vida» y «el que mejor juega al fútbol de los de la zona baja», ha enlazado tres triunfos (Leganés, Eibar y Athletic) e igualado su récord de partidos ligueros invicto (doce), con cuatro victorias y cuatro empates desde el confinamiento.
En el Sevilla, segundo mejor visitante de LaLiga con 32 puntos frente a los 31 sumados en casa y que, en contraste, recibe al peor equipo a domicilio -cinco puntos tras un solo triunfo, dos empates y catorce derrotas-, tienen claro que deben mantener e incluso redoblar, si cabe, la tensión y la ambición ante la cercanía del 'premio gordo' de entrar en la Champions, como lo ha calificado Lopetegui.
Los sevillistas, con el billete para Europa ya garantizado por decimosexta vez en las diecisiete últimas campañas, buscarán contrarrestar la fe en la salvación de un Mallorca al alza para refrendar sus brillantes números (17 victorias, 12 empates y sólo 6 derrotas en Liga) y acariciar el pase a la Liga de Campeones.
Para ello, el cuadro hispalense, tras el recital del argentino Éver Banega en San Mamés, con un golazo de falta y una gran asistencia en el 1-2 a Munir El Haddadi, necesita cuatro puntos de los nueve que quedan, pero podría certificarlo si gana al Mallorca y el Villarreal empata o pierde el lunes con la Real Sociedad.
Por el esfuerzo acumulado, Lopetegui seguirá refrescando un once al que volverían el lateral Escudero por Reguilón, Óliver Torres y el brasileño Fernando en la medular por Jordán y Gudelj, y Munir, en estado de gracia, y el holandés Luuk de Jong arriba junto al argentino Lucas Ocampos, su máximo goleador, por Suso y En-Nesyri.
Mientras, el Mallorca llega al Sánchez Pizjuán a dar la sorpresa para sumar puntos que le mantengan en la pelea por la permanencia, objetivo que tiene más cerca tras vencer al Levante en Palma y perder el Alavés, que marca esa frontera, frente al Real Madrid.
Los bermellones, a tres puntos de ese objetivo, mantienen la fe en que la salvación es posible, a pesar de que sus flojos números a domicilio en toda la Liga no invitan, precisamente, al optimismo.
De los 32 puntos que tiene en su casillero, 27 los ha sumado en el Visit Mallorca Estadi, los últimos seis con victorias consecutivas ante el Celta (5-1) y el Levante (2-0). Sólo ha derrotado como visitante al Eibar (1-2) y ha empatado en los campos del Celta (2-2) y Betis (3-3). Es, asimismo, el equipo más goleado (59 en las 35 jornadas disputadas) y al que más penaltis en contra le han señalado (15).
Los bermellones han resurgido en las últimas jornadas aprovechando el gran nivel del japonés Takefusa Kubo, el colombiano Juan Camilo 'Cucho' Hernández -autores de los goles ante el Levante- o el croata Ante Budimir, su máximo realizador con 12.
Kubo ha llamado a la puerta del Real Madrid, club dueño de sus derechos federativos, con actuaciones estelares y ya es un fijo en las alineaciones del técnico Vicente Moreno. El Cucho, cedido por el Watford ingles, es una referencia en el ataque junto a Budimir, este último autor de dos dobletes en LaLiga ante el FC Barcelona y el Celta.
Entre otros indiscutibles para el técnico bermellón también destaca Alejandro Pozo, extremo de 21 años reconvertido en lateral derecho, cedido en enero por el Sevilla, autor de un gol y dos asistencias, y que este domingo vuelve al Sánchez Pizjuán, su casa.
El Mallorca intentará al menos sumar un punto en Sevilla para mantener intactas sus opciones de permanencia en las dos 'finales' restantes: ante el Granada en Palma y Osasuna en Pamplona.
El Sevilla ganó por 2-0 al Mallorca con goles del argentino Lucas Ocampos, de penalti, y del marroquí Youssef En-Nesyri, acaricia el pase a la Champions, a falta de un punto o de que el Villarreal no gane este lunes, y frena al equipo balear en su sueño de pelear por una salvación de la que sigue a tres puntos.
Tras una primera parte muy disputada y con pocas ocasiones de gol, en la que Ocampos adelantó a los sevillanos al marcar a cuatro minutos del descanso, en un penalti en el que intervino el VAR y protestado por los bermellones, el Mallorca se lanzó al ataque en la segunda, pero sin mucho peligro, lo que aprovechó el Sevilla para sentenciar por medio de En-Nesyri a 6 del final tras un saque en largo del meta Bono.
La cuarta cita sin público en el Sánchez-Pizjuán desde la vuelta de LaLiga, de nuevo con calor (28 grados al inicio) pero algo menos que en anteriores partidos, estaba marcada por lo mucho que se jugaban ambos equipos: el Sevilla, dar un paso casi definitivo hacia la Champions; y el Mallorca, seguir creyendo en la salvación.
Sevilla
Bono; Jesús Navas, Koundé, Diego Carlos, Reguilón; Joan Jordán (Gudelj, m.69), Fernando, Banega (Franco Vázquez, m.82); Ocampos (De Jong, m.82), Munir (Suso, m.69) y Óliver Torres (En-Nesyri, m.63).
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Mallorca
Reina; Pozo, Sedlar, Raíllo, Fran Gámez (Abdón, m.72); Kubo (Chavarría, m.86), Dani Rodríguez, Baba (Lago Junior, m.65), Salva Sevilla (Señé, m.86); Budimir y Cucho Hernández (Trajkovski, m.72).
GOLES: 1-0, M.41: Ocampos, de penalti. 2-0, M.84: En-Nesyri.
árbitro: Adrián Cordero Vega (Comité Cántabro). Amonestó a los locales Jordán (m.44), Bono (m.65) y En-Nesyri (m.83), y a los visitantes Budimir (m.36) y Fran Gámez (m.53).
incidencias: Partido de la trigésima sexta jornada de LaLiga Santander, disputado a puerta cerrado en el Ramón Sánchez-Pizjuán. Césped en buen estado.
Con muchos menos cambios, quizás por ello, que otros días -tres en el once sevillista y sólo uno en el balear-, Julen Lopetegui apostó por la potencia del medio brasileño Fernando, la movilidad de Óliver Torres, escorado a la izquierda, y la buena racha de Munir El Haddadi -3 goles desde el regreso-, para que se asociaran con el argentino Lucas Ocampos en un novedoso tridente ofensivo.
Mientras, Vicente Moreno, técnico bermellón, sólo innovó en su once con el central serbio Aleksandar Sedlar por el eslovaco Martin Valjent, con problemas físicos, y dispuso un esquema ofensivo, con el japonés Kubo, el croata Ante Budimir y el colombiano Juan Camilo 'Cucho' Hernández, que le permitió comenzar con brío el choque.
Los baleares, presionados también por el triunfo del Leganés, que les igualaba a 32 en la tabla, salieron a dar guerra, y, con una presión muy alta sobre la zaga local, le hicieron muy incómodo el choque al Sevilla, que no se arrugó y con un gran despliegue físico recuperó espacios y abortó los intentos de un Mallorca muy sólido.
Tras el ímpetu inicial de los mallorquinistas, los hispalenses se rehicieron, pero sin crear peligro, salvo en un tiro de Fernando a centro de Jesús Navas que sacó Manolo Reina a los 32 minutos.
Le siguió la única ocasión visitante en este periodo, en la que Éver Banega cortó el intento de Budimir, amonestado al entender el árbitro que simuló una caída en el área, pero fue el Sevilla el que marcó a 4 del descanso al transformar Ocampos un penalti por manos de Pozo, cedido por el club andaluz, en un cabezazo de Reguilón.
La pena máxima, en la que Ocampos engañó a Reina para marcar su decimocuarto gol en Liga y encarrilar el triunfo sevillista, fue señalada a instancias del VAR y tras ver el árbitro la acción en la pantalla a pie de campo, en medio de las protestas de los baleares.
En la reanudación, el Sevilla controló bien el juego y gestionó su ventaja sin pasar apuros ante un Mallorca que nunca se rindió, pero al que le costó un mundo generar verdaderas ocasiones de gol.
Lo intentó en una falta peligrosa lanzada por Salva Sevilla que despejó de cabeza Koundé, un cabezazo del Cucho Hernndez que desvió con una gran parada Bono o, ya con el carrusel de cambios, un tiro del macedonio Trajkovski que detuvo el meta marroquí.
Sin embargo, los hispalenses defendieron a la perfección su renta y, además, apretaron al encontrarse con muchos espacios por delante después de que el Mallorca se fuera hacia arriba sin ninguna reserva, lo que permitió al equipo andaluz contragolpear con peligro y gozar de ocasiones en las botas de Óliver Torres, en una acción salvada por Pozo, en un centro de Navas al que no llegó Munir.
El hispanomarroquí bajó su nivel con respecto a otros partidos y fue uno de los sustituidos cuando Lopetegui decidió refrescar a su equipo, al dar entrada a Suso, Gudelj, De Jong, Franco Vázquez y el marroquí En-Nesyri, que fue decisivo para sentenciar el choque.
Así, a 6 minutos del final, recogió un pase de gol desde un saque en largo con el pie de su compatriota Bono, muy inteligente y rápido, para ganar el balón a la desguarnecida zaga bermellona para salvar por alto la salida de Reina, mal colocado, hacer el definitivo 2-0 y amarrar un triunfo que huele a Champions.
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