Liga 2022-23

La reválida de Simeone para pelear por el título

Después de tantos pasos atrás, el Atlético precisa dar uno al frente y recuperar sus señas de equipo granítico y eficaz

Amador Gómez

Madrid

Jueves, 11 de agosto 2022, 00:22

En la que será su duodécima temporada ya en el banquillo del Atlético de Madrid -la undécima completa- y con contrato hasta 2024, Diego Pablo Simeone afronta este curso una auténtica reválida para que el equipo rojiblanco pueda pelear de nuevo por la Liga. Como ... vigente campeón, la ilusión de los rojiblancos se rompió demasiado pronto la pasada campaña, que resultó decepcionante, aunque al menos se salvó con la clasificación directa para la Champions. Después de dar tantos pasos atrás con ventaja en el marcador y apostar por el conservadurismo antes que por la ambición, los colchoneros precisan dar un paso al frente y recuperar también sus señas de equipo granítico y eficaz.

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Obligado a competir por el título hasta el final y a terminar al menos entre los tres primeros, para el Atlético este campeonato supone un nuevo punto de partida para volver a ser el que era. Y para el técnico argentino es un examen que debería superar con nota tras los errores del pasado reciente, que en la temporada 2021-2022, con tantos cambios de sistema y bandazos que confundieron a sus futbolistas, pesaron más que sus aciertos.

Lesiones aparte, también fueron determinantes en la campaña anterior los imperdonables fallos en defensa, la debilidad de Jan Oblak en la portería y la falta de contundencia ofensiva. Como siempre ha ocurrido en la última década, el éxito o el fracaso del Atlético pasará, por encima de todo, por Simeone, pero hay varios futbolistas de renombre que deberán asumir la responsabilidad y responder a lo que se les exige: Joao Félix, Morata, Griezmann...

El delantero portugués, aunque nunca haya sido del agrado de Simeone, encara la que tendría que ser ya su temporada de consolidación y explosión definitiva, el exmadridista ha regresado tras su cesión en la Juventus para ocupar el puesto de quien fuera trascendental en el Atlético campeón en 2021 (Luis Suárez) y el francés necesita por fin ser decisivo para que el equipo dé un salto de calidad. El gol pasa por estos tres futbolistas, y la solidez atrás, por el compromiso colectivo que suele exhibir el equipo del Cholo y por una defensa que se ha visto fortalecida con el fichaje de un lateral derecho (Nahuel Molina). Este refuerzo para potenciar la banda que dejó huérfana Trippier permitirá también a Simeone disponer de dos jugadores por puesto, una de sus obsesiones. En la de por sí plantilla de alto nivel del Atlético, para potenciar físicamente el centro del campo ha llegado el polivalente Witsel -también puede jugar de central, al igual que Wass-, aparte de que ha vuelto Saúl, a quien se le reclama exhibir el talento de antaño si tiene oportunidades.

Morata, protagonista principal

Aunque un equipo campeón se suele sustentar en un portero salvador y un goleador de calibre, en los conjuntos de Simeone la intensidad y la defensa son los pilares a los que siempre se agarran los rojiblancos y, tras el fiasco de la pasada temporada, se mantienen para el centro de la zaga Savic, Giménez, Felipe y Hermoso, cuyas desconexiones y ausencia de concentración en momentos determinantes, sobre todo en las jugadas a balón parado, costaron muy caro en todas las competiciones. También en el medio campo, salvo contadas excepciones, las piezas siguen siendo prácticamente las mismas, aunque ya no esté Héctor Herrera. Marcos Llorente, gracias al fichaje de Nahuel Molina, podrá adelantar de forma definitiva su posición a la de interior derecho, aunque pueda seguir jugando como lateral cuando la situación lo requiera.

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Los mimbres son conocidos y Simeone ya conoce de sobra a la mayoría de sus futbolistas para tratar de exprimir al máximo sus cualidades y convertir de nuevo al Atlético en un bloque sólido que sea también letal en ataque, con Morata llamado a ser protagonista principal, para bien o para mal, al igual que Joao Félix, a quien no se le discute la clase pero tiene que erigirse ya en líder, si es que su entrenador se lo permite. Al joven delantero luso se le reclama ser realmente decisivo y marcar más goles (seis, siete y ocho tantos en sus tres primeras Ligas) en un equipo que aunque esté trabajado para destruir dispone de calidad suficiente para dominar, elaborar y culminar sus ocasiones.

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