El Real Madrid se aventura en zona de guerra

Tras sumar apenas uno de los quince últimos puntos en liza, lo que le convierte en el colista de esta segunda vuelta, el conjunto vallecano necesita un volantazo que le aleje de la parte baja de la tabla. No parece que la aparición de un adversario exultante sea el terreno más propicio para lograrlo. Sin embargo, los precedentes, con dos triunfos del Rayo en las tres últimas visitas de la escuadra de Concha Espina al feudo de su modesto vecino y un empate en el duelo que ambos mantuvieron hace unos meses en el Santiago Bernabéu, dan aliento al cuadro local y ofrecen argumentos suficientes para que Carlo Ancelotti comparezca con la guardia alta.

«Vallecas siempre es complicado. Lo ha sido en años pasados y será un partido difícil, contra un rival que necesita puntos y que ha cambiado de entrenador esta semana. Tiene una motivación extra y debemos sacar nuestro mejor nivel porque son momentos importantes de la temporada y tenemos que aprovecharlos. Hemos visto vídeos e intentado preparar el partido de la mejor manera porque somos conscientes de que es un partido vital para nuestra temporada», desgranó Carletto en la previa de un pleito en el que su escuadra se persona con dieciocho jornadas invicta a sus espaldas y tras asestar un golpe de mano en la pelea por el campeonato la semana anterior goleando al Girona.

Solo un exceso de confianza parece capaz de interponerse en el aparentemente imparable trayecto del Real Madrid hacia el título. De ahí que Ancelotti enfatizase en la previa el deber de mantener centrado el foco y regatease el torrente de preguntas relativas al posible fichaje de Mbappé. «Veo y escucho lo que ha pasado. Entiendo que es el tema del día para vosotros, pero para nosotros es el partido de mañana. Deberemos hacerlo bien, en eso pienso. Y en acabar bien la temporada», acotó el técnico.

Asegura no tener ninguna distracción exterior el preparador de Reggiolo, que bastantes preocupaciones alberga con pensar solo en el mejor modo de componer el once a causa de una plaga de lesiones que sigue afectando especialmente a la parcela defensiva. Rüdiger encara la recta final dentro del proceso de recuperación de la dolencia que sufre en el cuádriceps izquierdo y que le ha hecho perderse los tres últimos partidos. La previsión es que esté disponible para el choque del próximo domingo ante el Sevilla, pero el Real Madrid deberá arreglárselas sin el teutón contra el Rayo.

Su ausencia mantendrá a Tchouaméni como socio de Nacho, sirviendo así una oportunidad para que el pivote de Ruan trate de mantener su inmaculado expediente como central: pleno de victorias para su equipo y ni un solo gol encajado en los 396 minutos que el internacional francés ha pasado sirviendo en el eje de la zaga. En la recámara volverá a estar Jacobo Ramón, espigado central del Juvenil A que tutela Arbeloa. La baja por acumulación de amarillas de Mendy abrirá paso en el costado izquierdo a Fran García, ex del Rayo. Tampoco recupera Ancelotti a Bellingham, pero sí podrá contar con Brahim.

La contraparte rayista únicamente presenta la baja de Pep Chavaría, lesionado en la riña del pasado domingo contra el Mallorca que puso fin a la andadura de Francisco como técnico franjirrojo. Su relevo, Íñigo Pérez, regresa a Vallecas cargado de ilusión y está determinado a recuperar un Rayo valiente como el que construyó su maestro Iraola, aunque «organizado y sólido» a la par. «Debemos ser inteligentes y tener la cabeza fría. Debemos plantear un partido con un 50% de corazón y cerebro», arguyó el navarro, quien después de recibir al Real Madrid deberá verse las caras con el Girona en Montilivi. Más leña para un incendio que reclama un buen bombero.

Rayo Vallecano: Dimitrievski, Balliu, Mumin, Lejeune, Pacha Espino, Óscar Valentín, Kike Pérez, Pathé Ciss, Isi, Camello y Álvaro García.

Real Madrid: Lunin, Carvajal, Tchouaméni, Nacho, Fran García, Valverde, Camavinga, Kroos, Brahim, Rodrygo y Vinicius.

Árbitro: Muñiz Ruiz (Comité Gallego).

Hora: 14:00 h.

Estadio: Vallecas.

TV: Movistar LaLiga.