Daniel Panero
Lunes, 2 de septiembre 2024, 12:51
Raphinha se ha convertido en la gran sorpresa del Barça en el inicio de temporada. El extremo brasileño comenzó el curso con un pie dentro y otro fuera ante la posible llegada de otro atacante, pero ha sabido darle la vuelta a la tortilla y situarse como un jugador fundamental en el engranaje de Hansi Flick. Lo ha hecho lejos de su hábitat habitual, reciclándose en una posición en la que no estaba acostumbrado a jugar y convertido en un chico para todo. El nuevo Raphinha ha caído de pie en el equipo azulgrana y está dispuesto a demostrar que puede ser el gran 'fichaje' en el club de Joan Laporta.
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«Me siento bien. Llevo trabajando duro desde las vacaciones porque sabía que esta temporada sería importantísima para mí. El partido ante el Valladolid ha enseñado que no hace falta que lleguen otros jugadores. Estamos en muy buena forma y el resultado muestra lo que estamos trabajando«, afirmó Raphinha este sábado tras completar una exhibición impensable hace apenas un par de meses. Y es que en mitad del baile de nombres que no paraban de salir en Barcelona, el suyo era de los que aparecían como una posible salida para hacer caja y hacer sitio a nuevos fichajes.
Esa situación Raphinha la vivió con tranquilidad. Regresó de la Copa América y se puso rápidamente a trabajar a las órdenes de Flick, sabedor de que podía tener una oportunidad de convencer al alemán. Y así fue. El brasileño empezó la pretemporada como un tiro y al nuevo técnico azulgrana no le quedó más remedio que acomodar las piezas para dar cabida a dos jugadores que hasta hace poco pugnaban por un puesto en el extremo diestro. Lamine Yamal es intocable por presente y futuro y Raphinha debía reciclarse en otra posición en la que pudiera aportar al grupo todas las cualidades que tiene.
Esa demarcación Flick la ha terminado de encontrar en los últimos partidos. Ante la ausencia de Dani Olmo, jugó en la mediapunta y fue un jugador básico para sostener la presión adelantada que tanto quiere el técnico germano y con la inclusión en ese rol del ex del RB Leipzig, Raphinha se ha terminado de situar como interior izquierdo. Desde ahí puede desarrollar todo su despliegue físico, puede asociarse con el resto de compañeros yendo hacia dentro, puede dejar todo el carril zurdo para que Balde se proyecte y, lo más importante, puede estar cerca de posiciones en las que es determinante.
Raphinha jugó en esa nueva posición ante el Valladolid y el resultado no pudo ser mejor. Su sacrificio para robar balones es básico para Flick y sus diagonales a la espalda de los centrales son un recurso que convierten al Barcelona en un equipo mucho más versátil. Así marcó el primero y el tercer gol para aprovechar dos envíos de Cubarsí y Lamine Yamal, respectivamente, y así enamoró a un Lluis Companys que siempre ha creído en la proyección del exfutbolista del Leeds.
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Raphinha es una de las sorpresas agradables del nuevo Barça y lo es desde una posición en la que nunca antes había brillado como azulgrana. Flick se ha inventado este fichaje y no es de extrañar que esté orgulloso de su pupilo. «Creo que ha tardado demasiado en marcar un hat-trick. Tiene la calidad y la confianza para haberlo firmado mucho antes. Creo que ahora se siente más libre en el campo. Rapha es un jugador que hace muchas cosas muy bien», afirmó el entrenador culé sobre el brasileño.
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