El arma más eficaz contra la pandemia

Desgraciadamente, la batalla contra el coronavirus se perdió antes de salir a pelear al terreno de juego, pero LaLiga dispone del arma más eficaz y contundente para asegurar al menos una derrota digna, honrosa, que será una realidad si la competición consigue terminar sin contratiempos, en forma de contagio o de una grave lesión provocada por un regreso prematuro del campeonato. El estricto protocolo sanitario elaborado por la patronal de clubes, con la colaboración de la Federación Española de Fútbol (FEF) y del Consejo Superior de Deportes (CSD) y aprobado por el Ministerio de Sanidad, es el esperanzador instrumento del que se muestra orgullosa LaLiga para haber cumplido con su compromiso de regreso del deporte rey y poder garantizar las máximas garantías de salud posibles a los protagonistas.

'Volver es ganar', proclama el organismo que preside Javier Tebas. El lema es acertado, ya que entre tanta dolorosa pérdida, aunque sea parcial es una muy importante victoria frente a la pandemia que debe trasladar alegría y optimismo a la sociedad. Las directrices impuestas en el nuevo fútbol sin alma, a puerta cerrada, a priori sin celebraciones conjuntas de goles, sin saludos con la mano, sin besos ni abrazos, son las que deben contribuir a un exitoso retorno de la Liga.

Pulido y alimentado por la experiencia del protocolo de la Bundesliga, el de la Liga se basa en test masivos y con regularidad a los futbolistas (PCR y serológicos), en unas imprescindibles medidas de higiene y en la necesidad de mantener una distancia mínima, con mascarillas obligatorias durante los partidos solo para los jugadores de banquillo.

Con un máximo de 241 personas en los estadios, divididos en tres zonas, la verde, desde la puerta exclusiva de entrada para jugadores, cuerpo técnico y equipo arbitral hasta el terreno de juego, representa el 'punto crítico de higiene y de control sanitario', «en el que el nivel de limpieza debe de ser máximo», reclama el protocolo de actuación para la vuelta a la competición para los equipos de la Liga.

Pese a ser un deporte colectivo y de contacto y ante el lógico miedo de los futbolistas, Tebas insiste en que «si todos respetan las normas sanitarias, en el entorno del partido la infección es prácticamente imposible». Sin embargo, dado que no se puede garantizar al cien por cien, el peor escenario se ha contemplado para responder con la que debe ser la mejor de las soluciones.

En caso de detección de un supuesto positivo, se le aislará «inmediatamente» en su domicilio habitual, se procederá a la limpieza y desinfección de las instalaciones, se analizará a todo el grupo de contactos de su entorno personal y «se procederá a analizar a todos aquellos jugadores que hayan tenido un contacto directo superior a cinco minutos con él». «Recordar que los estudios existentes establecen que existe riesgo de contagio cuando este contacto es superior a 15 minutos», aclara en este punto el, discutido en algunos aspectos, pero en general muy elogiado mecanismo sanitario para la Liga.

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