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P. ríos
Barcelona
Martes, 1 de septiembre 2020
Las posturas entre Lionel Messi y el Barcelona siguen a años luz de distancia. Esa es la principal conclusión de una jornada que comenzó con la llegada a Barcelona del padre del futbolista, Jorge Messi, y acabó con una reunión de unas dos ... horas entre el también agente del jugador y el presidente del Barcelona, Josep Maria Bartomeu, que no arrojó acercamiento alguno de las posturas, pues el Barça sigue empeñado en no negociar la salida del '10' y el argentino y su entorno permanecen en el convencimiento de que les asiste la razón legal para salir del club sin compensación económica alguna.
El octavo día clave en el 'caso Messi', todos desde que el martes de la pasada semana envió un burofax al club para solicitar una salida amistosa amparándose en una lectura particular de su contrato, comenzó con dos certezas: el aterrizaje de Jorge Messi en el aeropuerto de El Prat y la confirmación en su propia boca de que es difícil que el '10' siga en el club azulgrana. No dijo mucho más.
Solo fueron dos respuestas, mientras caminaba desde la puerta de salida al taxi, a las decenas de periodistas que le esperaban en la terminal de vuelos privados a las 8:45 horas de la mañana. «Lo veo difícil», admitió cuando le preguntaron por la posibilidad de que Messi siguiera en el Barça, y «no he hablado con nadie», contestó respecto a una posible conversación con Pep Guardiola, técnico del Manchester City, el club que está esperando que el jugador salga gratis, o muy barato, del Camp Nou para hacerse con sus servicios.
La jornada comenzaba fuerte a la espera de la reunión de Jorge Messi con Bartomeu, que finalizó ya por la noche tras dos horas de encuentro infructuoso. No fue poca cosa saber por fin oficialmente a través de uno de los protagonistas que es complicado que Messi se quede en el Barça. Pero «difícil» no significa imposible. Y Bartomeu, aunque Messi lleva ya cuatro días sin presentarse en la Ciutat Esportiva Joan Gamper de Sant Joan Despí, parece llevar bien la presión del pulso que le ha echado el futbolista más mediático del mundo. De hecho, el presidente tuvo el descaro de hacer una aparición pública sin tocar el tema y luciendo sonrisa. Fue con motivo de la despedida de Ivan Rakitic, a quien agradeció de forma emotiva sus seis temporadas en el club azulgrana. En dicho acto, el propio centrocampista croata, nuevo jugador del Sevilla, dio más juego sobre el 'caso Messi' al atreverse a darle un consejo: «El Barça siempre tendría que ser la primera y la mejor opción, pero es su decisión, no la mía. Mi momento sí ha llegado, pero cada jugador debe hacer lo que crea que es mejor para él».
En contra de la opinión de algunos directivos, Bartomeu parece dispuesto a arriesgarse a no ingresar nada si Messi se va con un tránsfer provisional a la espera de que un tribunal decrete lo que debería pagar el Manchester City. Puede ser que el presidente tenga muy claro que la razón le acompaña en defender que Leo tiene contrato hasta 2021 y que su cláusula de rescisión es de 700 millones. O también es posible que se plante para que Messi quede como el malo de la película si se va a las bravas. Ahorrarse su ficha, 50 millones netos, ya le ayudaría en la economía del club, aunque las consecuencias a nivel de pérdidas por marketing para el futuro son incalculables.
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