Valencia y Atlético posponen su candidatura

Porque este Atlético no tiene nada que ver con cualquiera anterior. Por primera vez en la época Simeone, y seguramente en su historia, los colchoneros presentan una plantilla absolutamente espectacular. Las llegadas de Antonio Adán, Santiago Arias, Rodrigo Hernández, Gelson Martins, Thomas Lemar y Nikola Kalinic provocan que casi todos los puestos estén doblados con grandes futbolistas. Un equipo coronado por, seguramente, el mejor portero del mundo, Jan Oblak, y el posible futuro 'Balón de Oro', Antoine Griezmann. La Supercopa de Europa ganada al Real Madrid el pasado miércoles pudo ser el aperitivo de una temporada donde los rojiblancos estarán obligados a luchar por todos sus títulos, teniendo entre ceja y ceja esa final de la Liga de Campeones en el Wanda Metropolitano.

No será el de este lunes un duelo plácido los colchoneros, porque en frente estará un equipo 'Champions'. Marcelino García Toral dejó cuarto al Valencia la pasada temporada y los ches volveran este año a Europa. A falta del añorado Gonçalo Guedes, por el que los de Mestalla mantienen un 'tira y afloja' con el PSG, el Valencia se ha reforzado con grandes jugadores para esta temporada. Cristiano Piccini, Mouctar Diakhaby, Daniel Wass, Denis Cheryshev, Michy Batshuayi y Kevin Gameiro son algunos de los nombres que han aterrizado en la ciudad del Turia durante este verano. El último, precisamente, del Atlético de Madrid.

En lo deportivo, los colchoneros cuentan con un problema que no esperaban. Filipe Luis pidió este sábado al club salir con destino al PSG. «Sólo pensamos en el Valencia. De Filipe sólo puedo decir que quiero lo mejor para los jugadores que nos han dado mucho» afirmó Simeone este domingo en la previa del encuentro. Todo indica que el brasileño tendrá que ser titular ante la baja de Lucas Hernández por sanción. Curiosamente, Filipe es uno de los pocos supervivientes que quedan en el equipo colchonero de aquella semifinal frente al Valencia, por lo que podría cerrar su círculo como soldado del 'cholismo' en el lugar donde comenzó la leyenda.

Además de Filipe, con respecto al once de la Supercopa, Simeone podría dar entrada a Ángel Correa en en lugar de Rodrigo, poniendo en el cesped su versión más ofensiva, con Koke Resurrección y Saul Ñíguez en el centro del campo. Arriba, junto a Diego Costa, repetirá Griezmann, buscando recuperar su mejor forma después de sólo haber podido disputar 60 minutos ante el Real Madrid.

Por su parte, en el Valencia, además del culebrón de Guedes, no quitan ojo a lo que pueda pasar con Rodrigo Moreno. Este sábado, Marcelino fue claro «El que quiera a Rodrigo que pague su clausula. Creo que se quedará». Lo que es seguro es que el delantero hispano-brasileño será este lunes de la partida. No parece que vaya a acompañarle, al menos como titular, Gameiro. «El Valencia es mejor que el Atlético» dijo el francés en su presentación tras haber salido por la puerta de atrás del conjunto colchonero. Este lunes podrá demostrarlo en el campo.

Por lo demás, pese a tener problemas físicos, Ezequiel Garay apunta a titular en el centro de la zaga. La novedad puede llegar en el centro del campo, donde Marcelino formaría con cuatro centrocampistas para frenar las acometidas de los extremos colchoneros, mientras que Santi Mina sería el acompañante de Rodrigo en la punta del ataque.

El Valencia y el Atlético querían presentar sus candidaturas a la Liga, pero de momento tienen que posponerlas. El duelo en Mestalla se antojaba partido grande y valencianistas y rojiblancos lo confirmaron aunque tuvieron que conformarse con un punto. El Atlético llegaba con el subidón que le otorgó el triunfo en la Supercopa de Europa y el Valencia con la ilusión que da comenzar la temporada del Centenario y con una plantilla que invita a soñar. El Valencia salió con más ganas y con un Rodrigo motivado que supo meterse entre los centrales y los dos mediocentros atléticos para crear las primeras ocasiones de peligro pero sin puntería. Los de Simeone se sentían cómodos en el campo sabedores de haber vivido este partido muchas veces. Ocasiones del rival con un Jan Oblak como espectador y en la primera ocasión clara, gol a favor. Es la diferencia entre jugar con fuego real y de fogueo.

El tanto llegó gracias a Antoine Griezmann. Las estrellas no sólo son buenas por lo que hacen sino por lo que imponen. El francés se hizo hueco para soltar un latigazo desde la frontal y la defensa del Valencia salió a evitarlo. El galo, más listo que nadie, se sacó de la chistera un pase sin mirar al lado contrario para que Correa se quedara sólo ante Neto para batirle con un toque sutil. Un regalo del francés que aprovechó a la perfección el argentino. Con el marcador a favor el balón cambió de dueño y Diego Costa tuvo el segundo tras romper a Garay, pero una mano salvadora de Neto lo evitó.

El partido se reanudó eléctrico. Diego Costa se iba sólo ante Neto pero Garay le placaba de forma clara. Era falta y la segunda amarilla para el central valencianista, pero Gil Manzano entendió que ni lo primero ni -obviamente- lo segundo. El Atlético mordía en cada llegada y una internada de Correa dejaba el segundo en las botas de Costa, pero el hispano-brasileño no llegó cuando ya se celebraba. El Atleti se sentía demasiado cómodo con el gol de ventaja y no terminaba de rematar la faena con un segundo tanto que le dejara los tres puntos en su haber y el Valencia, en cambio, se mostraba más ambicioso y quería más. Al menos lo buscaba. Y si en la primera el que jugaba con fuego real era el Atleti, en la segunda fue el Valencia y en el primer disparo a puerta empató el partido. Rodrigo controló con el pecho en el área -tras una inusual fallo de Godín- y batió a Oblak a quemarropa. Tablas en el marcador y vuelta a empezar.

El Valencia, con el impulso que da el gol, se adueñó del balón y tuvo el segundo con un remate de cabeza de Paulista -tras un saque de esquina de Parejo- que se estrelló en el poste de un Oblak batido. Marcelino le ponía más picante al partido con la entrada de Kevin Gameiro y Batshuayi, mientras que Simeone apostaba por Vitolo y Gelson, que debutaba con los rojiblancos. Le salió mejor el plan al técnico rojiblanco que se hizo con el balón y empezó a generar ocasiones pero seguía jugando con armas de fogueo y eso, para querer aspirar a grandes metas puede convertirse en un lastre.

El partido estaba precioso con los dos equipos al ataque y la victoria podía caer para cualquiera de los dos lados. La tuvo el Valencia en botas de Wass, pero apareció Oblak para hacer otro de sus milagros. Gameiro, en el descuento, pudo amargar a sus ex compañeros, pero como cuando vestía la rojiblanca, en lugar de anotar el gol lo estrelló en el portero.