Horatiu Moldovan, durante su presentación como nuevo portero del Atlético. Rodrigo Jiménez (Efe)
Mercado de fichajes

Moldovan, otro actor de reparto bajo la alargada sombra de Oblak

El internacional rumano recala en el Atlético con la difícil misión que atenazó a otros arqueros como Moyá, Adán, Lecomte o Grbic

Óscar Bellot

Madrid

Miércoles, 24 de enero 2024, 13:20

El Atlético de Madrid dio este miércoles la bienvenida a su nuevo portero. El club que preside Enrique Cerezo ha desembolsado 800.000 euros para hacerse con los servicios de Horatiu Moldovan. Nacido el 20 de enero de 1998 en la localidad de Cluj-Napoca, ... es internacional con Rumanía y procede del Rapid Bucarest. Firma para lo que resta de curso y tres campañas más.

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Se trata de la primera de las tres incorporaciones que los rojiblancos, que también oficializaron la cesión de Javi Galán a la Real Sociedad, tienen previsto efectuar durante este mercado de invierno y ocupará la vacante que deja libre Ivo Grbic, quien tras permanecer dos temporadas y media bajo la alargada sombra de Jan Oblak, ha decidido emprender una nueva aventura profesional en el Sheffield United de la Premier League. Moldovan tratará de triunfar allá donde fracasó el croata. Una dificilísima misión que en su día ya acabó desesperando a otra larga lista de cancerberos.

Desde que Oblak aterrizase en el Atlético en el verano de 2014 con el desafío de hacer olvidar la figura de Thibaut Courtois, nadie ha sido capaz de poner en apuros al gigante esloveno, sin duda uno de los mejores porteros del mundo. Ganador en cinco ocasiones del prestigioso Trofeo Zamora, el cancerbero de Skofja Loka ha sido intocable dentro de los planes de Diego Pablo Simeone, hasta el punto de barrer casi por completo a sus compañeros de demarcación. Apenas ha sufrido lesiones de consideración y el técnico argentino no ha encontrado un recambio que le ofreciese la suficiente confianza para rotarle en partidos de menor trascendencia. Como resultado, sus escuderos han pasado sin pena ni gloria por el club del Metropolitano.

El primero en sufrir la durísima competencia de Oblak fue Miguel Ángel Moyá. El balear, comentarista de televisión en la actualidad tras colgar las botas en 2021, aprovechó las dudas iniciales que ofreció el ex del Benfica durante su primera campaña en el Atlético para desafiar lo que terminaría siendo una hegemonía incontestable por parte del esloveno. Moyá disputó 36 partidos durante aquella campaña, por los 21 en los que participó Oblak. Fue la última ocasión en la que este último se vio en apuros.

Porque desde entonces Oblak puso a buen recaudo su condición de titularísimo en la portería del Atlético. Moyá se mantuvo como recambio del esloveno durante otras dos campañas y media, en las que contabilizó un total de 31 apariciones, pero terminó marchándose a la Real Sociedad en febrero de 2018, sabedor de que su compañero y rival por el puesto era inamovible.

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Tiranía

El testigo pasó a manos del argentino Axel Werner, un prometedor guardameta que el Atlético había reclutado en 2016 y dejado una campaña a préstamo en el Boca Juniors. Su debut se hizo esperar hasta el 8 de marzo de 2018, cuando Simeone le dio la alternativa en la ida de los octavos de final de la Liga Europa frente al Lokomotiv de Moscú. Pero el de Santa Fe apenas logró jugar otros dos partidos con el Atlético, antes de salir cedido al Huesca.

El siguiente en sufrir en sus carnes la tiranía de Oklak fue Antonio Adán. El madrileño, hoy en las filas del Sporting de Portugal, se había curtido en la cantera del Real Madrid y llegó al primer equipo de los blancos, donde José Mourinho lo utilizó como arma dentro de su particular guerra contra Iker Casillas. Después pasó cinco campañas en el Betis, desde donde lo pescó el Atlético. Pero su paso por el club rojiblanco se resume en siete partidos distribuidos a lo largo de dos temporadas. Se estrelló con la muralla eslovena.

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La misma suerte que corrieron el francés Benjamin Lecomte, quien ni siquiera llegó a debutar durante su estancia como rojiblanco en el curso 2021-21, y el croata Ivo Grbic, fichado en el verano de 2020 pero que solo pudo saltar catorce veces al césped con la elástica del Atlético a lo largo de dos etapas que estuvieron divididas por una exitosa cesión al Lille. En Francia, el internacional croata pudo demostrar sus condiciones y a su regreso en el verano de 2022 aprovechó los problemas de espalda de Oblak para disputar el tramo final de aquella campaña. Pero, como sus predecesores, no tuvo más remedio que rendirse a la evidencia. Ahora es Moldovan quien deberá fajarse a fondo para tratar de abrirse un hueco frente a un muro inmenso. «Oblak era mi ídolo, pero cuando me toque espero no decepcionar a nadie y sorprender», explicó el rumano durante su presentación con el Atlético.

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