El milagro del burgalés Pacheta: dos ascensos a Primera en tres temporadas

Y en esta ocasión contra todo pronóstico. El Real Valladolid del salense partía como el peor colocado de los tres equipos que se disputaban una plaza de ascenso directo en la última jornada. 90 minutos con todo por decidir en los que la SD Eibar y la UD Almería partían como los grandes favoritos.

El Pucela tenía que ganar y esperar a que sus rivales fallaran. Y así ocurrió. Los pupilos de Pacheta se impusieron 3-0 a la SD Huesca en Zorrilla y vieron cómo Alcorcón y Leganés les echaban una mano desde tierras madrileñas. El Almería, equipo que finalmente ascendió como primero, empató a dos en el Estadio Municipal de Butarque, mientras que el Alcorcón se imponía en Santo Domingo 1-0 al Eibar con un gol en el minuto 91.

Los de Pacheta estaban, con estos resultados, en Primera. El de Salas de los Infantes lo había vuelto a hacer. No es novato en estas lides. Pacheta ya lo logró en 2020 con el Elche, al que ascendió tras entrar en el play off como el sexto clasificado y vencer en las semifinales al Zaragoza (0-0 en la ida y 0-1 en la vuelta) y al Girona en la final (0-0 en la ida y 0-1 de nuevo en la vuelta). Antes, había logrado el ascenso de Segunda División B a Segunda División con el equipo ilicitano.

No todo han sido momento dulces en la carrera como entrenador del salense. En la temporada 2020-2021, y tras no comenzar en el banquillo del Elche el proyecto en Primera División, José Rojo Pacheta asumió el banquillo del Huesca para intentar salvarle de la quema del descenso. De la jornada 19 a la 38 intentó que los oscenses se librasen del descenso a los infiernos, algo que no logró. Sin embargo, terminaron el curso como el mejor equipo de los tres descendido, por delante incluso del que iba a ser su siguiente destino: Valladolid.

En junio de 2021 llegó a tierras pucelanas con un discurso positivo y optimista intentado levantar la moral de un equipo y una afición que trataban de asumir el descenso a Segunda. El 17 de junio el burgalés lo tenía claro: «Hemos venido a ascender». No lo ha tenido fácil, aunque ya lo advirtió en su presentación donde recordó que los ascensos no se logran «en diciembre ni en enero».

Uno de los peores momentos del salense esta temporada fue precisamente el que vivió en Burgos, en El Plantío, cuando su equipo cayó en la jornada número cuatro con un contundente 3-0 ante el Burgos CF. Los burgaleses no habían sumado ningún punto hasta ese momento y no habían sido capaces de anotar ningún gol, los pucelanos, por contra, llegaban al Plantío en segunda posición.

Después de esa derrota, Pacheta vivió los peores momentos de la temporada con tres derrotas consecutivas. Pero el burgalés no le perdió la cara al objetivo ni cambió el discurso, convencido de que su equipo le aplaudirían aunque saliese derrotado.

No fue este el único bache de la temporada. Los nubarrones volvieron a cernirse sobre el de Salas de los Infantes cuando la Real Sociedad B se impuso a su equipo 1-2 en Zorrilla. Era la jornada 38 y esos puntos que volaron parecían condenar al Real Valladolid al play off. «Que nadie nos dé por muertos», advertía José Rojo Pacheta en la sala de prensa justo después de esa derrota. Y consiguió que los suyos le creyeran. Que sus jugadores confiaran en él. Que el club le entregase la batuta sin ningún tipo de titubeo.

El de Salas de los Infantes se sentó por primera vez en un banquillo en Primera División en la temporada 2008-09 tras despedir a Sergio Kresic cuando él era el secretario técnico del Numancia. Oviedo, Cartagena, Hércules, Elche y Huesca fueron sus destinos en España, aunque también habitó en banquillos más allá de nuestras fronteras. Polonia y Tailandia terminaron de forjar el carácter de este burgalés que convenció a un equipo sin confianza para volver a obrar el milagro de asaltar la Primera División.