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Marcos Llorente, durante un entrenamiento con el Atlético. EFE
Marcos Llorente, el comodín bajo la manga de Simeone
Análisis

Marcos Llorente, el comodín bajo la manga de Simeone

La reconversión del centrocampista en atacante impulsada por el técnico argentino está dando réditos al Atlético

Jueves, 18 de junio 2020, 18:09

Al libreto de Diego Pablo Simeone se le puede reprochar ser más o menos ofensivo, apostar por un fútbol no del todo vistoso o no exprimir al 100 % el fondo de armario de una plantilla más profunda como la de esta temporada, pero lo ... que desde luego ha demostrado de sobra en su larga trayectoria en el Atlético es ser capaz de hallar soluciones imaginativas a problemas estructurales de sus equipos. Ya lo hizo en su día con Raúl García y ahora lo ha repetido con Marcos Llorente, dos futbolistas muy del perfil que busca el técnico argentino por carácter y condición física envidiable.

Futbolistas asociados a una labor defensiva en el centro del campo, primero el actual jugador del Athletic y ahora el hijo de Paco Llorente han sido reconvertidos por Simeone para solucionar carencias ofensivas de su equipo. Llorente, que llegó el pasado verano procedente del Real Madrid con la vitola de apuesta importante, se topó durante la primera mitad de la temporada con un centro del campo copado por indiscutibles como Koke y Saúl en los perfiles interiores y por la consolidación de Thomas como un pivote con capacidad para recuperar pero también para llegar al área contraria y sorprender con su disparo lejano.

La primera parte del Atlético en la visita al Alavés, donde Llorente se ganó en su día el billete de regreso al Madrid con un papel estelar en aquel equipo de Pellegrino que alcanzó la final de Copa, le dejó tocado. En aquel partido, con el '14' rojiblanco como mediocampista defensivo, los colchoneros hicieron una primera parte para el olvido. Se discutió entonces si el madrileño, un jugador con tendencia a conducir el balón y por ello a perder en ocasiones la posición, no era un futbolista más aprovechable como interior, más liberado para explotar así su capacidad de llegada.

El 'día D' llegó en Liverpool, en el fortín del campeón de Europa. La entrada en el terreno de juego de Marcos Llorente por Diego Costa en el tramo inicial de la segunda parte iba a ser decisiva no sólo en la continuidad del Atlético en la máxima competición continental, sino también en la trayectoria del futbolista como rojiblanco. Totalmente centrado en labores ofensivas tras el 2-0 'red' en la prórroga, que dejaba fuera al Atlético, Llorente se convirtió en héroe inesperado con un doblete.

Ya antes, en el empate en Mestalla, cuando se estrenó como goleador colchonero, y en la ida frente al Liverpool, había mostrado sus dotes ofensivas como interior derecho, pero el regreso del fútbol no ha hecho sino confirmar una reconversión cada día más consolidada. Titular en San Mamés junto a Diego Costa, Llorente tuvo que esperar desde el banquillo en El Sadar, pero emulando lo ocurrido en Anfield, sustituyó a Ángel Correa para revolucionar el duelo con un tanto y dos asistencias en la manita del Atlético a Osasuna.

En Pamplona, el madrileño estuvo infalible en el remate del 0-3, preciso en el último pase a Morata del 0-4 y generoso para ceder el 0-5 a Carrasco, pero los tres goles nacieron de su capacidad atlética, diferencial en la presión para recuperar el balón y también en la explosividad para matar después al rival. Llorente, un ejemplo en los entrenamientos físicos y a la hora de cuidar escrupulosamente de la alimentación, saca partido a esta ventaja competitiva en un rol inesperado, que da la razón a Simeone en su apuesta, arriesgada pero ganadora, que el técnico venía barruntando desde la pretemporada y que ha pulido definitivamente en los entrenamientos que han precedido al reinicio de la competición.

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