La Liga volverá a partir de la semana del 8 de junio

La fecha del 12 de junio es la que manejaba la patronal desde hace unas semanas. El derbi sevillano entre el Sevilla y el Betis en el Ramón Sánchez Pizjuán podría ser el partido encargado de volver a poner el balón a rodar, aunque LaLiga tendrá que perfilar el calendario y anunciar si ese encuentro es finalmente el escogido para que la afición española se reencuentre con el deporte rey, si bien a distancia. «Nos sentaremos a coordinar los detalles y ahí anunciaremos la fecha exacta», avanzó el presidente de LaLiga.

Antes, el 9 de junio podría celebrarse lo que resta del Rayo Vallecano-Albacete de Segunda División, suspendido al descanso el pasado 15 de diciembre por los insultos que una parte del público dirigió al jugador visitante Roman Zozulia.

«Con el aval del Consejo Superior de Deportes, el Gobierno de España y el Ministerio de Sanidad han dado luz verde para que se vuelva a celebrar la Liga de fútbol profesional. A partir de la semana del 8 de junio volverá la Liga», señaló el jefe del Ejecutivo en su comparecencia para dar cuenta de los avances producidos en el combate de la pandemia del coronavirus. Sánchez recordó que para entonces la mayoría de las provincias españolas deberían hallarse en la última fase de la desescalada, lo que permitirá revivir «las competiciones deportivas más importantes», no sólo el fútbol.

LaLiga manejaba tres fechas principalmente para ese ansiado regreso a los estadios, aunque a puerta vacía, con el 12 de junio como opción predilecta para evitar que los operadores audiovisuales pudiesen presentar reclamaciones y el 26 como posibilidad más remota y que comprimiría al máximo un calendario que será de enorme exigencia.

El propio Tebas recordó el jueves que aunque su esperanza era que la competición retornase el 12 de junio, todo estaba sujeto al dictamen de las autoridades. Tras el visto bueno del Gobierno, el fútbol español podrá funcionar nuevamente como motor de ilusión de millones de aficionados.

El presidente de la patronal se apresuró a mostrar su satisfacción este sábado por un regreso que, resaltó Tebas, es «fruto del gran trabajo de clubes, jugadores, técnicos, el Consejo Superior de Deportes (CSD) y los agentes implicados». LaLiga calculaba en unos mil millones de euros las pérdidas si la pelota no volvía a moverse, contando con que tampoco pudiesen reanudarse las competiciones europeas, impacto que quedará mitigado a unos 300 millones de euros completando la campaña a puerta cerrada. Aliviado, Tebas recordó la necesidad de «seguir las normas sanitarias» y no «bajar la guardia», ya que cualquier paso en falso podría dinamitar los planes.

El retorno del fútbol español se había visto allanado en abril por los denominados 'Pactos de Viana' que sellaron, con la intermediación de Irene Lozano, máxima responsable del CSD, el cese de hostilidades entre el presidente de la Federación Española de Fútbol (FEF), Luis Rubiales, y el rector de LaLiga. Tebas se comprometió entonces a destinar 200 millones de euros para revitalizar otros deportes en los próximos cuatro años y poco después Sanidad validaba el protocolo sanitario redactado por el CSD a partir del que había elaborado LaLiga, con test para los futbolistas, integrantes del cuerpo técnico y otro personal señalado por los clubes que precedieron a la vuelta a los entrenamientos.

Con once jornadas pendientes, LaLiga prevé que haya partidos todos los días de la semana, incluso los lunes, un asunto por el que la patronal y la Federación fueron a juicio el pasado febrero y que está pendiente de sentencia.

Será un fútbol diferente, con encuentros a puerta cerrada y a la vera de un estricto protocolo sanitario para evitar contagios que cambiará rutinas. A ello hay que sumar el miedo de los futbolistas a las lesiones tras un largo periodo de confinamiento que dio paso, una vez realizados los test, a la reanudación de los entrenamientos a comienzos de mayo, primero de forma individual y actualmente en grupos de un máximo de diez.

Los veinte clubes de Primera y los 22 de Segunda regresarían con cinco semanas de prácticas a sus espaldas para afrontar una intensa recta final que les llevará hasta finales de julio, cuando los campeonatos nacionales deberán cerrarse, ya que la UEFA reserva agosto para la Liga de Campeones y la Liga Europa.

Quedan por resolver asuntos delicados como las concentraciones, por las que aboga LaLiga a fin de minimizar riesgos y que rechaza la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE). El sindicato mayoritario de jugadores ha reclamado la aplicación de un plan de riesgos laborales y ha solicitado un tiempo mínimo de readaptación y preparación física colectiva. Además, los jugadores exigen disponer de al menos 72 horas entre la disputa de un partido y otro. La AFE quiere que también haya garantías con los horarios, al adentrarse la competición en meses con temperaturas elevadas. Habría partidos desde las 18 horas en las zonas menos calurosas del país y hasta las 23 horas en los lugares más cálidos.

La patronal y la AFE volverán a encontrarse la próxima semana para intentar acercar posturas, una vez que el Gobierno ha levantado la veda para que se juegue de nuevo, como ya ocurre en la Bundesliga.