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Jornada 22

Victoria 'in extremis' del Leganés

Los pepineros logran imponerse a la Real Sociedad gracias a un gol de falta de Óscar Rodríguez en la última jugada del encuentro

EFE

Madrid

Domingo, 2 de febrero 2020, 00:58

El Leganés recibe este domingo la visita liguera de la Real Sociedad ya únicamente centrado en la competición liguera, tras caer eliminado en los octavos de final de la Copa del Rey a manos del Barcelona con una derrota en el Camp Nou por 5- ... 0, lo contrario que su rival, que llega como brillante cuartofinalista copero y enclavado en zona europea.

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De esta manera los madrileños pueden ya volcar todos sus esfuerzos en tratar de conseguir la permanencia en la máxima categoría del fútbol español, objetivo que afrontan con ambición y caras nuevas.

En un día de cierre del mercado invernal muy ajetreado en las oficinas de Butarque el equipo confirmó la vuelta como cedido de Miguel Ángel Guerrero procedente del Olympiacos griego, la llegada también a préstamo desde el Young Boys del delantero costamarfileño Roger Assalé, la incorporación desde el Sevilla hasta final de campaña de Bryan Gil y de Ibrahim Amadou y la salida del centrocampista Cristian Rivera tras poner fin al vínculo que unía a ambas partes.

El técnico mexicano Javier Aguirre completa así la plantilla con la que deberá afrontar lo que resta de temporada y ahora tratará de integrar a todos lo antes posible, pudiendo incluso hacer un hueco en la convocatoria a alguno de ellos menos a Amadou, que aún no ha llegado.

Por lo que respecta al resto de sus jugadores, tan solo el argentino Alexander Szymanowski permanece lesionado. A él se une en el apartado de bajas el guardameta Iván 'Pichu' Cuéllar por sanción después de haber sido expulsado la jornada previa en la visita al Atlético de Madrid. Sin embargo vuelve el centrocampista Rubén Pérez.

En ese duelo los leganenses fueron capaces de sumar un punto y recuperar las buenas sensaciones que por momentos han tenido desde que llegara al banquillo su actual técnico; quien solo ha perdido choques contra el Barcelona, el Sevilla y el Getafe.

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No logró ganarle en cambio el que será su rival, quien puso a prueba en su debut al preparador mexicano pero no pudo pasar del empate a uno en Anoeta pese a ponerse por delante con un gol del centrocampista Mikel Merino.

La Real Sociedad se olvida de su exitosa andadura en la Copa del Rey, con su pase a cuartos de final ante el Real Madrid en el Bernabéu el próximo miércoles, para centrarse en el encuentro liguero en Leganés, que puede permitirle acercarse o pisar incluso plazas de Liga de Campeones.

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Dos puntos separan a los donostiarras de la cuarta posición que ocupa el Getafe y la visita a un Lega en plazas de descenso y presionado por los resultados parece una ocasión propicia para ello, aunque el técnico Imanol Alguacil haya insistido mucho en la dificultad de ganar a un rival que ya le amargó la primera vuelta en San Sebastián (1-1).

Era el debut de Javier Aguirre en el banquillo pepinero y en unas horas pergeñó una forma de desequilibrar el juego ofensivo guipuzcoano, algo que tratará de replicar ahora porque los madrileños están en un buen momento como locales.

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Habrá algunos cambios en la Real con respecto al encuentro de Copa ante Osasuna, con el retorno a la titularidad de Joseba Zaldua, Nacho Monreal y Portu, y todo indica que el máximo goleador blanquiazul en la competición liguera, Willian José, estará en el banquillo ante la irrupción del sueco Isak, que lleva cuatro goles seguidos en los últimos partidos. Diego Llorente es baja por lesión.

El club quiere cerrar rápido el «caso Willian» tras la fallida salida al fútbol inglés que ha soliviantado a la afición txuriurdin: El delantero sudamericano ya ha dado explicaciones por no querer entrar en una convocatoria, Alguacil le ha perdonado y ahora falta la reconciliación con los seguidores, algo que llegará si el brasileño sigue marcando goles y dando puntos a su equipo.

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La estadística favorece a una Real que es el tercer mejor visitante de LaLiga ante un Leganés que ha perdido siete partidos ante su afición.

Un portentoso lanzamiento de falta de Óscar Rodríguez, con el tiempo cumplido, le dio al Leganés una victoria de gran importancia contra la Real Sociedad (2-1) en Butarque.

Afrontaba el cuadro local la cita con la ilusión de conseguir una victoria que, de ser contundente, le permitiera escapar de unos puestos de descenso en los que se instaló desde el arranque de la campaña. Aguirre quiso sin embargo construir la ambición desde atrás y optó por cimentar su once con cinco defensas y cuatro centrocampistas por delante de Juan Soriano, sustituto bajo los palos del sancionado Iván Cuéllar.

Esperando su oportunidad en la banda dos de los cuatro rostros nuevos que llegaron en el último aliento del mercado de invierno, Miguel Ángel Guerrero y Bryan Gil. Especial expectación había en torno al primero de ellos, que ha retornado a la entidad tras su paso por el Olympiacos griego.

Leganés

Soriano; Rosales, Bustinza, Omeruo, Awaziem, Silva; Eraso (Ruibal, M.57), Roque Mesa, Recio, Kevin Rodrigues (Carrillo, M.70); y Braithwaite (Óscar Rodríguez, M.79).

2

-

1

Real Sociedad

Remiro; Zaldua, Aritz, Le Normand, Monreal; Sangalli (Odegaard, M.57), Zubeldia, Guevara, Januzaj; Isak (William José, M.70) y Portu (Barrenetxea, M.60).

  • goles: M.20: Isak. 1-1, M.49: Omeruo. 2-1, M.93: Óscar Rodríguez.

  • árbitro: Melero López (Comité andaluz). Amonestó Rercio (M.17), Zubeldia (M.38), Awaziem (M.68), Carrillo (M.78), Silva (M.79), William José (M.89) y Oyarzábal (M.92).

  • incidencias: encuentro correspondiente a la jornada veintidós de LaLiga Santander disputado en el Estadio de Vallecas ante 10.842 espectadores.

En cuanto al cuadro vasco, Imanol Alguacil tenía que lidiar con el complicado equilibrio que supone tener esperanzas en la liga y en la Copa del Rey. Los damnificados de esa navegación entre dos mares fueron esta vez Oyarzábal y Odegaard, a quienes decidió restar algunos minutos para que llegasen más frescos a la cita copera en el Bernabéu.

Como era previsible, ambas ausencias las notaron los visitantes. Sin la fluidez ofensiva de otras citas, se vieron además sorprendidos de inicio por el ímpetu de un contrario voluntarioso que no renunciaba a nada.

De hecho a los cinco minutos ya pudieron encajar el primero cuando Martin Braithwaite remató un centro de Kevin Rodrigues desde la izquierda con todo a favor y Álex Remiro desvió milagrosamente con el pie para mandarla a córner. Se sacó éste y la jugada acabó con un remate alto, en posición franca pero algo forzada, de Jonathan Silva.

La esperanza de hacer daño siguió viva hasta el minuto veinte. Fue entonces cuando Soriano cometió un grave fallo en un despeje, con todo a favor, y le entregó la pelota en el centro del campo a Sangalli. Condujo este, asistió a Isak y no perdonó el punta con un tiro raso desde la media luna.

El varapalo, duro, pudo ser peor si Melero López hubiera señalado un posible penalti de Jonathan Silva sobre Januzaj poco después. No sucedió y, con la sensación de que se habían librado de un drama, los anfitriones volvieron a la carga. Kevin Rodrigues, mediante un golpeo que rozó el larguero, fue quien más cerca estuvo del empate.

La ola de optimismo se prolongó hasta después del descanso, del que salió el Leganés dispuesto a morder. Fueron instantes de acoso que terminaron en derribo cuando, como colofón a una acción que había nacido de un saque de esquina, Omeruo definió con un disparo ajustado que tocó en el palo antes de entrar previa dejada de Braithwaite.

A partir de ahí los entrenadores comenzaron a jugar con sus piezas en el banquillo y su dibujo sobre el verde en busca de soluciones. Imanol decidió dar entrada a Odegaard y más adelante a Barrenetxea y William José.

En el caso de Aguirre, optó primero por Ruibal para acabar jugando con tres arriba cuando entró Carrillo por Kevin Rodrigues. Le quedaba aún así una bala en la recámara, que gastó dando una oportunidad a Óscar Rodríguez en el setenta y nueve.

La idea parecía amarrar el punto pero la apuesta salió ganadora ya que, en la última jugada del partido, el centrocampista demostró por qué le acompaña su merecida leyenda de excelente lanzador de faltas desde que estaba en la cantera del Real Madrid. Lo hizo poniendo la pelota en la escuadra para delirio de la grada y desesperación de una Real que se conformaba con el punto.

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