EFE
EIBAR
Domingo, 3 de noviembre 2019, 00:16
El Leganés y el Eibar encaran en el estadio de Butarque un encuentro de vital importancia en la lucha por la permanencia ya que ambos se encuentran situados en la parte baja de la clasificación, y el conjunto visitante quiere hacer aún mejor la victoria ... lograda el jueves ante el Villarreal para alejarse todavía más de un rival directo.
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En el caso de los madrileños retornan a su feudo después de conseguir allí contra el Mallorca la primera victoria liguera de la temporada en el día del debut en el banquillo de Luis Cembranos como sustituto de Mauricio Pellegrino. Después de aquel triunfo balsámico, el equipo tuvo que medirse al Real Madrid en el Santiago Bernabéu. En dicho enfrentamiento sufrió una contundente derrota por 5-0, por lo que además de la trascendencia de los puntos en juego parece también necesario dejar una buena imagen en esta nueva cita.
Para ello el entrenador podría volver a introducir a algunos jugadores que ocuparon el banquillo la jornada precedente como el guardameta Iván Cuéllar, quien dejó su sitio bajo los palos a Juan Soriano. Sin embargo habrá otros que no estarán disponibles por problemas físicos de distinta consideración. Son los casos del centrocampista Rubén Pérez, del defensa central Dimitrios Siovas, del extremo Alexander Szymanowski y del lateral derecho Marc Navarro. En el caso de estos dos últimos, su ausencia será más prolongada.
Por lo que respecta a los precedentes, estos no son positivos si se toman como referencia los más inmediatos ya que los nueve anteriores se saldaron con seis victorias del contrario y tres empates.
El Eibar quiere hacer aún mejor la victoria lograda el jueves ante el Villarreal y lograr los tres puntos ante el Leganés, para alejar todavía más a un rival directo con una victoria en su propio feudo.
Los armeros viajan con la moral de haber ganado el último partido en el descuento (1-2), pero con el lastre de no conocer la victoria a domicilio esta temporada.
De hecho, la imagen del equipo cambia de forma notable cuando el balón rueda lejos de Ipurua, por lo que se desconoce qué versión de los armeros podrá verse en Leganés, máxime cuando se esperan cambios en su once por aquello las rotaciones propias de una semana de tres partidos.
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Así, Bigas podría volver al eje de la defensa en detrimento de Oliveira, porque Arbilla parece indiscutible y además podría regresar al lateral derecho. En el centro del campo, Edu Expósito y Escalante se antojan como titulares, y está por ver si Mendilibar mantiene el 4-4-2, o decide jugar con un solo punta. En la zona de ataque, Quique González y Charles tienen muchas opciones de jugar, al ser los más descansados de la zona ofensiva.
El Eibar quiere romper el gafe a domicilio, y si logra la victoria, podrá respirar mucho más tranquilo, más aún teniendo en cuenta que su próximo partido será frente al Real Madrid en Ipurua.
El Eibar hizo de la seriedad virtud y del acierto oro para lograr este domingo un triunfo en Leganés (1-2) que le permite poner tierra de por medio con un rival directo.
Afrontaban ambos equipos una guerra anticipada por la salvación, con varias batallas paralelas en el caso de los locales. Más allá de los puntos en juego, peleaban por limpiar la imagen dejada en la contundente derrota ante el Real Madrid días atrás por afrontar con tranquilidad una serie de duelos complicados en fechas inmediatas y por convertir de nuevo Butarque en el fortín que fue la campaña anterior.
Estaba además el combate que mantenía Luis Cembranos frente a su futuro. Con más oportunidades de las que gozan otros técnicos a priori 'interinos', al optar el club por darle las riendas antes de una semana con tres partidos. Lo acontecido puede desequilibrar el destino hacia un lado u otro.
Leganés
Cuéllar; Rosales, Bustinza, Siovas, Jonathan Silva; Rivera, Recio (Arnáiz, min.87), Roque Mesa (Eraso, m.70); Braithwaite, En-Nesyri y Carrillo (Óscar Rodríguez, m.60).
1
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2
Eibar
Dmitrovic; De Blasis, Oliveira, Arbilla, Cote; Orellana, Escalante, Diop, Inui (Pedro León, m.84); Kike (Edu Expósito, m.92) y Charles (Sergi Enrich, m.72).
GOLES: 1-0, M.6: En-Nesyri. 1-1, M.17: Charles. 1-2, M.83: Kike.
ÁRBITRO: González Fuertes (Asturiano). Amonestó a los locales Jonathan Silva (m.13), Braithwaite (min.63) y Rivera (min.90), y a los visitantes Kike (m.5) y Charles (m.13).
INCIDENCIAS: Partido de la duodécima jornada de Liga, disputado en el estadio Butarque ante 9.649 espectadores.
Demasiada tensión que liberaron los madrileños a los seis minutos. La jugada nació en un centro desde la derecha de Rosales que cazó en la media luna Braithwaite. Su tiro tropezó en Carrillo, quien consiguió tocar el balón lo justo para que Dmitrovic no pudiera atraparlo en su salida, el esférico cayó en los pies a En-Nesyri y éste marcó casi sin querer.
No pudieron, sin embargo, los blanquiazules dar continuidad al empuje anímico de su diana porque el Eibar se levantó vigoroso. Le bastaron un par de ataques para meterse de nuevo en faena y a la postre hacer la igualada.
Una situación de superioridad numérica tras un saque de banda dejó a Cote en disposición de enviar el balón al área y lo puso en esa zona sin dueño que es el espacio entre los centrales y, cuando Siovas quiso darse cuenta, ya había aparecido por allí Charles para cabecear a placer y con potencia.
Parejo el resultado, la cita entró en letargo hasta el descanso toda vez que unos y otros únicamente intentaron golpear con centros laterales en busca de rematadores que nunca llegaban a conectar con precisión. Solo una acción levantó al público de sus asientos, una asistencia de En-Nesyri que no encontró un compañero que empujase el balón a placer.
Retornó a la acción con algo más de ritmo el equipo de casa, pero no parecía incomodar a un conjunto vasco bien plantado en el terreno de juego que asomaba de vez en cuando, como en un disparo desde la frontal y con efecto de Inui que se fue por encima del larguero.
Hubo réplica, un balón colgado desde la izquierda que no pudo tocar En-Nesyri en un intento de acrobacia. Sí capturó el balón Rosales en el segundo palo, pero Óscar Rodríguez no pudo desviar a las mallas su centro-chut.
Esa oportunidad, y el esfuerzo por agradar de los jugadores, despertó a la afición, que ofreció una versión vitalista que sólo se había visto a cuentagotas desde el arranque del curso.
Pero el Eibar parecía vivir en una burbuja, ajeno al ambiente y esperando su momento. Orellana y Kike, a quienes su entrenador defendió públicamente días atrás, fabricaron una contra que montó el primero y definió el segundo con un tiro potente. Quedó hundido el Leganés, cada vez con más dudas que certezas.
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