LaLiga denuncia los gritos racistas contra Vinicius en el Metropolitano

Un problema antiguo y recurrente que en 2004 casi provocó un conflicto diplomático cuando el exseleccionador español Luis Aragonés, considerado por la crítica un «sabio», quiso arengar a su jugador José Antonio Reyes con semejante lindeza en referencia al francés Thierry Henry: «¡Soy mejor que usted! ¡Me cago en su puta madre, negro de mierda!».

Como dicta el protocolo, LaLiga ha decidido intervenir en los cánticos racistas que se escucharon contra el delantero madridista en los aledaños del Metropolitano y denunciarlos ante la Comisión Antiviolencia para que actúe en consecuencia. Un grupo de radicales del Atlético profirió gritos de «mono» al delantero brasileño del Real Madrid antes del derbi y durante el choque atronaron en el interior del coliseo rojiblanco cánticos de «¡Vinicius, muérete!».

El organismo que preside Javier Tebas insiste en que denunciará todos los actos ofensivos y violentos que suceden en cada jornada porque para ello dispone de un delegado en cada campo de Primera que anota los incidentes de cada partido. En los próximos días, la patronal de clubes enviará a Antiviolencia un informe detallado sobre lo ocurrido en el derbi madrileño.

Además de dichos cánticos racistas, también se sucedieron otros incidentes que Munuera Montero, árbitro del choque, recogió en el acta: «En el minuto 18 se para el partido y se procede a realizar el protocolo establecido por la RFEF debido al lanzamiento desde la grada de varios mecheros y botellas vacías sin impactar en ningún jugador». Un suceso que se repitió durante la segunda parte, cuando se vio incluso que Courtois se acercaba al árbitro para entregarle otro mechero que había sido lanzado a su zona.

Mucho más allá de estas denuncias de LaLiga que al final suelen saldarse con sanciones económicas o quedan en nada porque no se indentifica a sus autores, existe preocupación en el fútbol español porque estos hechos son recurrentes, como ya sucedió, por ejemplo, en el clásico de 2021 o en Son Moix en 2022, también con Vinicius en el foco. En esta línea, la semana pasada LaLiga pidió la apertura de un juicio oral contra los aficionados del Espanyol que fueron identificados por increpar con insultos racistas a Iñaki Williams.

Fuentes del Real Madrid lamentaron que el Atlético no se pronunciase inmediatamente condenando los insultos a Vinicius, más allá de un tuit antes del partido pidiendo «respeto» a los rivales. Y desde el club blanco recuerdan que cabe hablar de reincidencia. Finalmente, este lunes el conjunto colchonero mostró su rechazo absoluto a los cánticos racistas que se lanzaron sobre Vinicius, además de ponerse en contacto con la Policía para que se identifique a los culpables y se les sancione.

Si el Cholo Simeone habla en general de un problema de «la sociedad que tenemos», el delantero rojiblanco Matheus Cunha, compañero de selección y amigo de Vinicius, con el que bailó antes del derbi en el túnel de vestuarios, puso también el dedo en la llaga tras el derbi acusando en primer lugar «a un racista que tenía un micrófono en un programa de televisión». Se refería a Pedro Bravo, el presidente de la Asociación de Agentes de Futbolistas, que en la tertulia de 'El Chiringuito', tres días antes del derbi, espetó: «Cuando tú metes un gol al contrario, si quieres bailar samba te vas al sambódromo, a Brasil. Aquí lo que tienes que hacer es respetar a tus compañeros de profesión y dejar de hacer el mono».

Hinchas impresentables, directivas como la del Atlético que miran para otro lado, medios criticados por fomentar la polémica para ganar seguidores y poner luego el grito en el cielo cuando hay incidentes, y también futbolistas errados. Se equivocó antes del derbi Koke, capitán del Atlético, cuando al preguntarle por Viniciuis comentó que cada uno puede celebrar los goles como quiera, pero añadió que habría «lío» si bailaba en el Metropolitano.

Aunque él es la víctima, nunca el verdugo, errático también el comportamiento antideportivo del propio Vinicius, no por sus regates o sus bailes sino por sus simulaciones teatrales como la del derbi, cuando fingió haber recibido un codazo del mozambiqueño Reinildo Mandava para intentar buscar la expulsión de un rival y compañero de profesión.

Veteranos y líderes del juego limpio como Modric y Kroos y un técnico tan elegante y deportivo como Carlo Ancelotti, ya le han instado a Vinicius, situado ya entre los mejores jugadores del mundo, a modificar o al menos matizar ciertos comportamientos que en nada le benefician a él y al equipo.