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El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez (i) durante la presentación del francés Kylian Mbappé (d) EFE/Chema Moya
Fichaje | Real Madrid

La hora de Mbappé, una presentación galáctica en el Bernabéu: «El sueño de mi vida»

El cortejo más largo y publicitado que haya visto el planeta fútbol se inmortalizó en el templo de Chamartín junto a Florentino Pérez: «Estoy en el mejor sitio para ganar títulos»

Isaac Asenjo

Madrid

Martes, 16 de julio 2024, 09:16

En ocasiones es igual de importante la sonrisa como el mensaje. Y la de Kylian Mbappé (Francia, 1998) fue el fiel reflejo de aquel chaval que visitó por primera vez Valdebebas siendo un adolescente y cumplía su sueño años después en un eufórico y repleto Santiago Bernabéu. Con el 9 a la espalda, dorsal huérfano desde que lo dejara su compatriota Karim Benzema, quien a su vez lo tomó de Cristiano Ronaldo, se inmortalizó el cortejo más largo y publicitado que haya visto el planeta fútbol. «Durante años he dormido con el sueño de jugar aquí, y ahora soy un chico muy feliz. Es increíble. Daré la vida por este club», expresó el prodigio de Bondy en perfecto castellano, idioma que estudió en el colegio, y vestido con el uniforme Adidas del club, su tercer look del día después del polo beige del reconocimiento médico y el traje con corbata azul marina de la firma en la Ciudad Deportiva. Lo que no cambió fue la mueca de felicidad, el pulgar hacia arriba y los gestos de agradecimiento. «Llego con humildad y con ambición. La prioridad es adaptarme al equipo. Es un equipo que siempre gana, siempre lo ha hecho. No me importa dónde jugar, quiero ayudar», profundizó.

El delantero parisino apareció en el coliseo de Concha Espina tras recorrer una enorme alfombra azul y después de una proyección visual de leyendas del club más laureado de la Copa de Europa así como otra llena de los highlights de su vida deportiva. Sonrió Zinedine Zidane viendo su gol de Glasgow con 'Nessun Dorma' de fondo como lo hizo el mediático 'bleu' durante todo el acto. «El presidente ha confiado en mí desde el primer día. Han pasado muchas cosas, pero siempre confió. Es un placer sentirse querido», destacó el futbolista, que de manera oficial confirmó su fichaje por la entidad blanca el pasado mes de junio, dejando atrás años de montaña rusa emocional para el madridismo.

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De la alegría a la decepción, y de la expectación al enfado. Rumores, guiños, y desencuentros hasta la felicidad de los 80.000 espectadores que se congregaron en la puesta de largo de la nueva estrella del Real Madrid, que pertenecerá a la galaxia madridista hasta 2029. Ninguno se acordará de los desplantes. «Sabéis bien que esto es el Real Madrid. No cabe otra opción que seguir alimentando este mito. Aquí se ha escrito buena parte de lo que somos, y ahora está preparado para lo que será un antes y un después. Seguirá disfrutando de los mejores del mundo. Un jugador que cumple el sueño de su vida y nos hará a seguir ganando», dijo Florentino Pérez en un acto en el que sus primeras palabras fueron para felicitar a la selección española por haber conseguido la cuarta Eurocopa de su historia. «¡1,2 3...Hala Madrid!», entonó el flamante fichaje, recordando a lo que sucedió en 2009 con la presentación de uno de sus ídolos, Cristiano Ronaldo. Lo hizo tras rubricar su firma en un contrato junto al mandamás de la entidad.

«Estás aquí por tu fuerza de voluntad», le dijo el presidente. Abrazó a sus padres, Wilfried y Fayza. Se hartó de besar el escudo y fue el éxtasis para un estadio que enloqueció con una vuelta de honor infinita sobre el verde mientras coreaban el 'historia por hacer' del himno moderno del club.

Un evento histórico que superó con creces a la megaestrella del pop Taylor Swift así como al resto de galácticos que aterrizaron en el Paseo de la Castellana durante las últimas dos décadas. Las entradas, aunque gratuitas, se agotaron en pocas horas, y se vieron intentos de reventa por más de cien euros, demostrando la locura por el astro francés, una granada de mano al que no se le discute sitio alguno en el terreno de juego. Estrella mundial con años de experiencia que llega para que el club continúe con su idilio con la Copa de Europa y para lograr la meta que siempre quiso el máximo goleador de la historia del PSG con 255 goles en 305 partidos. Mbappé necesita ahora más al Madrid que el equipo a él para buscar un torneo que le ha dado la espalda varias veces mientras es fetiche en Chamartín. «Estoy en el mejor sitio para ganar títulos. Siempre estuve seguro que iba a llegar mi momento, espero estar a la altura».

Encuentro inevitable

Al quince veces campeón de la Liga de Campeones le sale bien lo que un día le salió mal. Por que el de Bondy quería jugar en el Bernabéu desde niño. Y desde que era un chaval el club tuvo interés en que jugara para ellos. Un encuentro que pese a ser inevitable ha atravesado por cerca de una década de idas y venidas hasta que el crack francés, que llega de cuajar una mala Eurocopa, se despidiera a finales de mayo del Parque de los Príncipes, para cambiar la elástica de Qatar Airways por la de Fly Emirates, una prenda que solo en el primer día de mercado facturó cerca de un millón de euros.

El futbolista, que durante el curso futbolístico antes de que España se alzara con cuarto título europeo ante Inglaterra, firmó su temporada más goleadora con 44 tantos y 10 asistencias, llega al equipo de Ancelotti en una campaña marcada por los sietes títulos que puede ganar el club y los más de 70 partidos que podrían llegar a disputar. El objetivo es claro, llegar en las mejores condiciones para ganar su primer trofeo a las órdenes del técnico de Reggiolo, la Supercopa de Europa del 14 de agosto frente al Atalanta en Polonia. «Estaré listo, todo depende del míster», anunció. El espectáculo debe continuar.

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