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Keylor Navas dirá adiós el próximo domingo al Santiago Bernabéu y al Real Madrid, un club en el que su nombre ya brilla con luz propia como el portero de las tres Champions seguidas, un hito sólo al alcance de tres guardametas en ... la historia: otro jugador blanco como Juanito Alonso, el guardián de la puerta madridista en las tres primeras Copas de Europa; Heinz Stuy, portero del Ajax de Johan Cruyff que conquistó tres veces consecutivas el mayor trofeo continental entre 1971 y 1973, y Sepp Maier, mítico guardameta del Bayern tricampeón de Europa entre 1974 y 1976.
La apuesta del club por Thibaut Courtois como titular, el regreso de Andriy Lunin tras su cesión al Leganés y la presencia de otro portero joven como Luca Zidane cierran la puerta a Keylor Navas, al que Zidane ya ha comunicado que no cuenta con él para la próxima temporada para que así pueda buscar un buen destino donde continuar su carrera a los 32 años. Por ello, el portero costarricense cerrará sus cinco temporadas en Chamartín ante el Betis, un equipo que ha marcado su carrera con grandes paradas ante los verdiblancos, pero también con alguna de sus peores actuaciones.
La particular historia de Keylor Navas y el Betis comenzó una temporada antes de que el costarricense recalase en el Real Madrid. En la 2013-14, cuando aún defendía la portería del Levante, el tico detuvo hasta dos veces un penalti lanzado por Jorge Molina en un partido liguero ante el equipo sevillano en el Benito Villamarín. El guardameta fue una auténtica pesadilla para el actual delantero del Getafe, que falló en primera instancia y luego una segunda vez cuando el árbitro ordenó la repetición del lanzamiento.
Ya en el Madrid, tras una primera temporada a la sombra de Iker Casillas en la que disputó seis partidos de Liga, tres de Copa del Rey y dos de Champions, Keylor Navas se hizo con el timón de la portería blanca tras la salida de Casillas rumbo al Oporto en el verano de 2015 y después con la fallida llegada de David de Gea, cuando parecía que su futuro estaría en el Manchester United. Con Rafael Benítez en el banquillo madridista, el tico fue titular en el Santiago Bernabéu en la segunda jornada, precisamente con el Betis como rival, y mostró todas sus cualidades ante una afición a la que comenzó a meterse en el bolsillo con un penalti detenido a Rubén Castro. Fue un 30 de agosto, el día anterior a aquella célebre jornada en la que el fax para el fichaje de De Gea nunca llegó a tiempo, permitiendo que Keylor Navas continuase en el Madrid a pesar de haber estado a punto de subir a un avión rumbo a Mánchester. Aquel episodio cambió su carrera y abrió una etapa gloriosa para el Madrid con el tico en la portería.
Sin embargo, no todo fueron días de vino y rosas para Keylor cuando el Betis estaba enfrente. En la temporada siguiente, la 2016-17, el portero vivió una pesadilla ante el equipo andaluz, ya que en apenas unos minutos se jugó la expulsión en un impacto con el bético Brasanac tras una salida del área y provocó un gol en propia después de un disparo de Sanabria que se le escapó de las manos para acabar introduciendo el balón en su portería con el guante derecho. Cristiano Ronaldo y Sergio Ramos solventaron aquel partido en los últimos minutos y el conjunto blanco se llevó tres puntos decisivos en su pelea por la Liga pese a la mala tarde de su portero.
Una temporada después, de nuevo el Betis. El Madrid, con Keylor Navas en su portería, recibía a los verdiblancos en el Bernabéu con la posibilidad de superar el récord de partidos seguidos marcando del mítico Santos de Pelé, ya que había visto puerta en sus últimos 73 encuentros oficiales. Semejante registro les pesó en exceso a los blancos, que en un verdadero ejercicio de ansiedad se toparon una y otra vez con el infortunio de cara al gol e incluso acabaron perdiendo el partido con un tanto de Sanabria en el descuento. La derrota dejó al Madrid a siete puntos del Barça con apenas cinco jornadas de Liga transcurridas, una losa de la que los de Zidane jamás se recuperaron en ese campeonato.
El domingo, la camiseta verdiblanca volverá a cruzarse en el camino de Keylor Navas en sus últimos 90 minutos bajo los palos de la puerta local del Bernabéu. Y es que hay jugadores y equipos condenados a encontrarse una y otra vez a pesar de nunca haber unido sus caminos.
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