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Javier Martínez / Pedro Campos
Valencia
Martes, 3 de septiembre 2024, 13:43
La Guardia Civil ha detenido al jugador del Valencia Rafa Mir y a un amigo por un presunto delito de agresión sexual a sendas jóvenes españolas, de 25 y 21 años, que acababan de conocer en una discoteca. Los hechos sucedieron en el chalé del delantero murciano, en una urbanización de Bétera, horas después del partido que enfrentó a su equipo contra el Villarreal.
El futbolista, que fue arrestado el lunes en su domicilio, ha pasado ya una noche en un calabozo del cuartel de la Guardia Civil de Patraix y está pendiente de declarar en el juzgado. El delantero tenía previsto acudir este martes al entrenamiento de su equipo en las instalaciones de Paterna, pero no lo hizo porque estaba detenido.
Una de las jóvenes que estuvo en la fiesta presentó una denuncia contra el jugador y le acusa de agresión sexual. La Guardia Civil ha detenido también a un amigo del futbolista, inculpado por el mismo delito, tras tomar declaración a la segunda víctima.
Los arrestos de Mir y su amigo se han registrado en las últimas horas en el marco de una investigación que ha sido declarada secreta por el juez que instruye la causa. Los investigadores de la Guardia Civil han tomado ya declaración a las dos víctimas.
Según ha podido saber LAS PROVINCIAS, una patrulla de la Policía Local de Bétera prestó auxilio a las dos chicas sobre las nueve de la mañana del domingo en las proximidades del chalé del futbolista. Estaban semidesnudas y muy nerviosas por las supuestas agresiones sexuales que acababan de sufrir.
Dos vecinos llamaron por teléfono a los vigilantes de la urbanización tras oír los gritos de una de las jóvenes, y el personal de seguridad avisó a la Policía Local de Bétera, que acudió con urgencia al lugar.
Cuando llegaron los policías locales y los vigilantes, las dos chicas discutían en la puerta del chalé con dos hombres, uno de ellos el futbolista, y una de ellas acusaba a un tercer individuo de haberle propinado un puñetazo en la cara. La otra joven sufrió una crisis de ansiedad delante de los policías, pero se tranquilizó poco después y dijo que un amigo de Mir había intentado abusar de ella.
Según las víctimas, el agresor se encontraba dentro del chalé, por lo que los agentes entraron en el domicilio, pero no encontraron al tercer implicado. El delantero del Valencia mostró una actitud colaboradora en todo momento con los policías y les dejó entrar en su casa para que buscaran al presunto autor de los abusos sexuales.
Mientras los agentes trataban de averiguar si el futbolista y sus amigos habían cometido algún delito, el padre de una de las jóvenes, a quien habían llamado poco antes para contarle lo ocurrido, llegó con su coche a la urbanización Torre en Conil, recogió a su hija y a la otra víctima y se fueron. Antes de que se marcharan, los policías informaron a las víctimas de sus derechos y les aconsejaron que presentaran una denuncia si los hechos habían ocurrido tal y como aseguraban.
Poco después, las dos chicas acudieron al cuartel de Patraix, sede de la Comandancia de la Guardia Civil de Valencia, para presentar sendas denuncias. Una de ellas, la joven de mayor edad, acusó al futbolista de una agresión sexual. Aunque en un principio consintió las caricias y tocamientos, la víctima declaró que le dijo a Mir que parara y este no le hizo caso. La versión del jugador del Valencia es muy distinta, ya que afirma que hubo consentimiento en todo momento de la relación sexual.
La otra joven inculpó a un amigo del jugador del Valencia también por el mismo delito. En su denuncia, las jóvenes explicaron que habían conocido al futbolista y su amigo en una conocida discoteca de Valencia y que ellas aceptaron la proposición de continuar la noche de fiesta en el chalé de Mir.
Después de los hechos que trata de esclarecer la Guardia Civil, se produjo una discusión y los implicados habrían echado a las chicas del chalé, según la versión de las denunciantes. Además, el amigo del futbolista propinó un guantazo, presuntamente, a la joven de 21 años.
Tras la denuncia presentada por las dos jóvenes, los agentes de la Guardia Civil iniciaron el protocolo de atención a víctimas de agresiones sexuales con el aviso inmediato a un equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil, que se hizo cargo de las primeras diligencias. El Equipo Mujer-Menor (EMUME), un grupo de guardias civiles especializados en la investigación de este tipo de delitos, asumió el caso y tomó declaración a las víctimas.
La Guardia Civil da credibilidad al relato de las dos jóvenes sobre los hechos ocurridos en el domicilio del futbolista y consideran que los dos hombres detenidos podrían haber cometido un delito de agresión sexual. Las víctimas acudieron el domingo a un hospital y recibieron atención médica.
La detención del futbolista y el grave delito que le atribuye la víctima y los investigadores de la Guardia Civil ha causado un gran revuelo en el Valencia, que ha emitido un comunicado, y también en los círculos futbolísticos de la ciudad.
«En relación con las noticias de prensa aparecidas al respecto de la detención del jugador del Valencia CF, Rafa Mir, el club es conocedor de dicha detención y, a falta de detalles sobre la misma, por el momento únicamente puede manifestar que colaborará en todo aquello que la justicia pudiera requerir», afirma textualmente el comunicado del Valencia.
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