Messi y Griezmann por fin dan tranquilidad al Barça

En Los Cármenes ya perdió el Barça la pasada temporada (2-0), todavía con Ernesto Valverde en el banquillo y ofreciendo una mala imagen, sin poder igualar ni de lejos la admirable intensidad del equipo de Diego Martínez. En esta ocasión tendrá que competir con un centro de la defensa de circunstancias por la sanción (acumulación de amarillas) de Clément Lenglet, que se une a la baja por lesión de Gerard Piqué. Ronald Araujo y Óscar Mingueza, los dos centrales recién subidos del filial, formarán en el eje, porque Samuel Umtiti se encuentra a años luz de un nivel mínimamente competitivo debido a sus problemas crónicos de rodilla, aunque tiene el alta. Tampoco podrán jugar los otros tres lesionados: Ansu Fati, Sergi Roberto y Coutinho. Griezmann tendrá continuidad en el ataque tras su sacrificado partido en San Mamés, donde recuperó más balones que nadie en la presión alta.

El 'euroGranada', con la baja de Neyder Lozano, mantiene su gran nivel de la pasada temporada, peleando por volver a entrar en la zona de la Liga Europa y resistiendo con orgullo pese a la acumulación de partidos.

El Barcelona consiguió en Granada una victoria mortal de necesidad. Por fin efectivo. Por fin sin dudas. Goleando al Granada con una nueva actuación estelar de Messi y otra menos habitual, la de Griezmann, que dejó ver una faceta de depredador del área que le viene de perlas al equipo azulgrana, ya afianzado en la tercera plaza en la Liga.

Koeman repitió el planteamiento de las últimas jornadas: 4-3-3 con Messi de falso 'nueve', Griezmann y Dembélé como extremos y Pedri de interior izquierdo. La gran novedad en el once la protagonizaba Umtiti, incluido in extremis por unas molestias de Araujo en el calentamiento. Y el concurso del central francés, martirizado por las lesiones, estuvo a punto de quedarse en una anécdota cuando en el minuto 25 pidió asistencia por un dolor en la ingle que no fue a más. Simultáneamente, las alarmas saltaron con Dest, aunque el norteamericano tampoco necesitó el cambio para alivio de Koeman, que habría tenido que inventarse una defensa de circunstancias.

Para entonces el Barcelona ya ganaba en el Nuevo Los Cármenes con más puntería que fútbol, novedad importante respecto a lo acontecido esta temporada. Y es que al conjunto azulgrana -en Granada de negro- le ha penalizado con dureza su incapacidad para cerrar partidos que domina. Todo lo contrario que frente al cuadro nazarí: se adelantó sin hacer ruido y sin hacer ruido sentenció, Messi mediante, antes del descanso.

El 0-1 fue obra de Griezmann y vino acompañado de polémica. Busquets buscaba a Messi entre los defensas del Granada y se encontró con el francés, que estaba en fuera de juego, después de que Soldado despejase hacia su propia portería. La intención de golpear el balón del delantero habilitó a Griezmann y el '7' definió con gatillo rápido, control y a la jaula, sin dar tiempo a Rui Silva para achicarle. El gol le hacía falta al galo y al Barcelona, que precisa que Antoine sea decisivo aun jugando lejos de su posición ideal, encajonado en la izquierda para no estorbar a Messi.

No es baladí esa cuestión. Después de unos meses muy grises el argentino se está entonando en los últimos partidos. Su zurda ha recuperado la finura y eso es clave para las aspiraciones del Barcelona. En San Mamés, Messi firmó un doblete y participó en el otro tanto azulgrana, y en Los Cármenes liquidó al Granada con dos golazos en el tramo final de la primera parte. El primero, tras recibir en el centro del área de Griezmann. El segundo, de falta provocada astutamente por Pedri en la frontal. En uno colocó la pelota en la escuadra; en otro, junto a la base del poste. Leo ya suma once dianas en Liga.

Pese a no brillar, en la primera parte el Barcelona contuvo al Granada, que más allá de un arreón inicial no hizo daño. Nada más empezar, Puertas obligó a Ter Stegen a estirarse con un disparo lejano tras pérdida de Busquets. Fue la única vez que el meta alemán hubo de intervenir, más allá de un mano a mano con el propio Puerta que De Burgos Bengoetxea anuló por fuera de juego y que también había solventado el portero.

Descanso para Messi

En la segunda mitad, el Barça durmió el partido con posesiones eternas. El triple cambio de Diego Martínez al descanso de nada sirvió. Solo había un equipo sobre el césped y vestía de negro. El dominio no se tradujo en una catarata de ocasiones, más por falta de querer que de poder de los visitantes. Se animó De Jong con una conducción larga que recordó a su etapa en el Ajax, pero la finalizó con un disparo desde la frontal que salió alto.

La siguiente vez que el Barcelona pisó el área rojiblanca lo hizo para ampliar todavía más su ventaja. De nuevo, Griezmann. De nuevo, un gol de 'killer'. Dembélé lo encontró en el vértice del área pequeña con un pase picado y el '7', sin pensarlo, controló y a la media vuelta batió a Rui Silva con un derechazo cruzado.

Tan sentenciado estaba el choque que Koeman dio 25 minutos de descanso a Messi y De Jong y otros 17 de oportunidad a Riqui Puig. El marcador, en todo caso, no se movería ya ni tras la expulsión de Vallejo por cortar una ocasión manifiesta de Braithwaite. La victoria consolida al Barça en la tercera plaza con 34 puntos, a cuatro del quinto; mientras que el Granada sigue a las puertas de Europa, séptimo con 24 puntos, pero a seis del sexto.