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Gerard Piqué y Sergio Ramos disputan la pelota en un clásico. Sergio Pérez (Reuters)
Piqué y Ramos, los enemigos íntimos del clásico
Jornada 10

Piqué y Ramos, los enemigos íntimos del clásico

Llevan once años agarrándose en los córners y diciéndose de todo en el césped y en la prensa, pero aprendieron a respetarse y valorarse en la selección, hasta darse cuenta de que no son tan diferentes

P. RÍOs

Barcelona

Martes, 17 de diciembre 2019, 00:08

Gerard Piqué (32 años) y Sergio Ramos (33) son el clásico. Se han enfrentado en casi todos los Barça-Madrid, y viceversa, desde la temporada 2008-09, la primera del central catalán tras su regreso al club azulgrana, aunque el andaluz ya los ... juega desde la 2005-06, concretamente desde noviembre de 2005, cuando en su afán solidario de cubrir las espaldas de un Míchel Salgado lanzado alocadamente al ataque en busca del 1-1 salió en la foto de los dos golazos de Ronaldinho aplaudidos en el Bernabéu en un partido que acabo 0-3.

Dice mucho de su personalidad y carácter que saliera vivo siendo tan joven (19 años) de aquel atropello futbolístico del brasileño. Catorce años después se recuerda sólo como una anécdota en una laureada carrera. El primer clásico de Piqué, en cambio, fue más gratificante para él. Suplente de Carles Puyol y Rafa Márquez en el 2-0 de la primera vuelta en el Camp Nou en el primer año de Pep Guardiola, en la segunda vuelta , ya como titular, participó con un gol y una vistosa celebración en un emblemático 2-6 para la historia de la entidad culé.

Ahora que está tan de moda, Piqué y Ramos llevan once años agarrándose en los córners como rivales que se suelen defender en la estrategia a balón parado por su potencial en el juego aéreo. Se han dicho de todo en el césped y también a través de los medios de comunicación, pues son dos líderes de los que no se callan en la defensa de los intereses de sus clubes y equipos, incluso de sus ideologías o de sus formas de entender la vida. Parecían antagónicos por sus orígenes, sus expresiones, su talante vital... Estaban destinados a ser enemigos irreconciliables. Y sí, lo han sido, pero dentro de un orden deportivo.

Pareja en la selección

Porque también tuvieron que remar tantas veces juntos formando el eje central de la selección española que aprendieron a respetarse y a valorarse. Superaron juntos, incluso, el intento de José Mourinho de torpedear la armonía de La Roja en aquellos años de clásicos bélicos que amenazaron con acabar con todo. Disfrutaron de la mano los éxitos en el Mundial 2010 y la Eurocopa 2012. Sufrieron codo con codo las decepciones en el Mundial 2014, la Eurocopa 2016 y el esperpéntico Mundial 2018.

Quizás hoy, ya sin Piqué en una selección en la que manda Ramos, han comprobado que son más parecidos de lo que ellos creían, con estilos de vida similares y mediáticos por encima de cualquier otra connotación.

Echando una mirada hacia atrás, a Piqué le han ido los clásicos mejor que a Ramos al coincidir ambos en una etapa en la que el Barça dio la vuelta a la historia de los pulsos directos. Y puede que el catalán haya tenido bastante que ver con ese giro del pesimismo al victimismo. Culé de cuna, forofo barcelonista de niño, jugador de la cantera de adolescente, siempre ha vivido los partidos ante el Real Madrid con una pasión primitiva que ha contagiado a compañeros recién llegados o con un pasado más neutral. A un Barça-Madrid no se puede ir como a un partido más, hay que sentirlo en el corazón y en las venas.

Piqué siempre ha demostrado que para él no hay otro partido más divertido para jugar y para calentar antes, durante y después. Incluso aunque su celebración esté lejana, lanzando mensajes provocadores para mantener viva una rivalidad que le alimenta como competidor nato, asumiendo que a veces haya tenido que comerse alguna palabra tras una derrota. Esta vez ha estado tranquilo en las horas previas tras unas semanas de idilio con la ciudad de Madrid como organizador de la Copa Davis.

Sergio Ramos, pese a su extraordinaria carrera y aunque pocos lo digan por su condición de mito casi intocable del madridismo, no puede decir que tenga un balance positivo de los clásicos, ya no sólo por los resultados colectivos, sino también por el rendimiento individual.

Ha ganado partidos, títulos de Copa en pulsos directos, ha marcado goles importantes, sí, pero tras ser testigo directo de aquel primer festival de Ronaldinho no siempre ha podido controlar su fuerte temperamento, con entradas fuera de lugar y acciones de juego poco medidas, casi siempre con Messi como protagonista incontrolable para él.

Pero Ramos tiene cuerda para rato y a partir del miércoles intentará que la historia de los clásicos vuelva a recuperar el color blanco para fastidio de Piqué. Dice el barcelonista que existe un grupo de WhatsApp con jugadores de los dos equipos que coincidieron en la selección, entre ellos Sergio y Gerard, dos enemigos íntimos.

Equipos y árbitros estarán a las 18.00 horas en el Camp Nou, que verá a Márquez hacer el saque de honor

Con mucha antelación para evitar cualquier tipo de problema. Además de compartir durante unas horas el mismo hotel de concentración - en plantas diferentes aunque la comida de directivas sí será en uno de los salones por practicidad- los equipos y el equipo árbitral deben estar a las seis de la tarde en el Camp Nou. Se cree que con dos horas antes del inicio del choque se evitará que nada quede a expensas de una decisión improvisada.

Una de las cosas que ya conocemos es que Marc Márquez, reconocido seguidor del Barcelona como su hermano Álex, hará el saque de honor antes del duelo. No es la primera vez que sucede y cuando puede el campeón español de motociclismo suele acudir al palco e incluso a la grada.

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