Un punto de Champions para el Sevilla

El duelo de este sábado se las trae. Es de máxima necesidad para ambos, más si cabe para los locales. Desde hace tiempo este encuentro es una especie de clásico de gran rivalidad. Desde que coincidieron hace casi veinte años en Segunda División, cuando ascendió el Sevilla de Joaquín Caparrós y se quedó en puertas el Atlético, que sufrió otro añito en el infierno, la tensión es latente en casi todos sus partidos y, sobre todo, entre sus aficiones. Tanto los ultras del Frente Atlético como de los Biris resultan muy peligrosos y, además, se buscan para la gresca.

«No miramos a cinco días, tenemos la necesidad de hacer un partido importante ante el Sevilla, un equipo que es fuerte fuera de casa, muy peligroso al contragolpe, y sumó gente nueva como Suso que le da cuota de calidad en ataque», expuso Simeone en la previa. «Se va a repetir algo que llevamos haciendo desde que llegamos. Cada partido es una final», apostilló. Devolverá la titularidad a Joao Félix tras cuatro partidos de baja por lesión y dos como suplente y arengó al portugués con el mensaje típico de que «si él quiere, va a llegar muy lejos». Seguirá de inicio en el banquillo Diego Costa, al que su técnico le ve creciendo, «entrenando en consecuencia de querer mejorar», pero todavía lejos de forma. Trippier y Lodi han superado sus molestias y estarán en los laterales mientras que Marcos Llorente cubrirá la plaza que deja por sanción Thomas Partey, fundamental esta temporada en todos los aspectos del juego.

Reconoció Simeone que su equipo está más seguro al calor de su gente que como visitante: «Es una situación que se ve en los números, el equipo en casa tiene un paso más, una intensidad distinta y una contundencia diferente. Fuera nos cuesta más y tenemos que buscar soluciones. En estos partidos que restan, en casa o fuera es igual». Los resultados, ciertamente, no engañan. En su feudo, 11 victorias, cinco empates, una derrota, 24 goles a favor y 9 en contra. Como visitante: cinco triunfos, ocho igualadas y seis encuentros perdidos, 17 tantos marcados y 19 encajados..

Por su parte, Lopetegui sufre las bajas de dos centrocampistas, el brasileño Fernando Reges, lesionado, y el exatlético Óliver Torres, sancionado, mientras que el portero checo Tomas Vaclík es duda hasta última hora por un golpe en la rodilla que le hizo perderse los dos últimos partidos. El técnico guipuzcoano evitó lamentos, insistió en que tiene plena confianza en los que van a salir y aseguró que alineará «un once capacitado para afrontar un partido precioso».

A su juicio, medirse al Atlético en el Metropolitano supone «un reto magnífico contra un rival fortísimo en un gran escenario». Los hispalenses padecen una historia reciente de malos resultados en los campos de los equipos grandes, pero eso les ocurre a todos los equipos, según puso de manifiesto su entrenador, quien destacó de su próximo rival el ritmo con el que se emplea y la calidad «excelsa» de sus jugadores.

Por ocasiones

Entre parones, líos y VAR, casi hubo más goles que juego continuado en ese período. Luego, más control del Sevilla en el inicio del segundo período y dominio posterior del Atlético,

Comenzó la cita con un Atlético valiente, de presión alta y con un central como Mario Hermoso en el puesto de lateral izquierdo en sustitución de Lodi, lesionado de última hora. Joao Félix, que volvió a la titularidad tras seis partidos, fue el segundo delantero y Correa entraba por la derecha. Con Llorente en lugar del sancionado Thomas, más dinamismo pero menos control en el centro del campo.

En el Sevilla, que sufría las bajas de Fernando y Óliver Torres, tres centrales, el mismo dibujo que les dio un triunfo de mérito y prestigio en el Coliseum de Getafe. La intención de Lopetegui, tocar más y darle pausa al duelo a partir de la posesión de balón.

A partir de ahí,

 No se quedó ahí la cosa antes del descanso. Creció el Sevilla y pudo empatar tras otra gran acción de Navas que terminó con una parada inmensa de Oblak, a cabezazo de Reguilón. El VAR revisó si el balón había entrado cuando el esloveno sacó la mano, pero se encontró con un

Se reanudó la contienda con los andaluces en plan mandón y el Atlético a la espera de aprovecharse de algún error ajeno para correr. Pronto,

Entró Diego Costa por Morata en el Atlético y la tuvo nada más incorporarse, tras otro error defensivo. Se precipitó al lanzar sin mirar ni a la portería el hispano-brasileño. A continuación fue Carrasco el que erró una ocasión pintiparada. Se llenó de balón el belga. Dominaba entonces ya claramente el Atlético.