El exseleccionador Robert Moreno firma por el Granada

Robert Moreno, de 43 años, inicia así su primera gran aventura en el fútbol español a nivel de clubes y como primer espada, ya que su joven pero extensa carrera se ha ido construyendo como segundo técnico, a la sombra de ilustres preparadores como Luis Enrique (en la Roma, el Celta y el Barça) y Juan Carlos Unzué (de nuevo en el Celta).

Todo cambió en 2018 con el salto del asturiano 'Lucho' al fútbol de selecciones. Cuando Luis Enrique asumió el mando de la selección española, Robert Moreno se instaló en los despachos de Las Rozas como su segundo. Una tragedia personal del primer técnico dejó al nuevo entrenador del Granada como seleccionador nacional interino y luego, tras el descanso de Luis Enrique, como seleccionador de pleno derecho.

Bajo sus órdenes, España mantuvo un juego vistoso y efectivo, logró la clasificación a la Eurocopa tras doblegar a Suecia y empezaba a encarar la Liga de Naciones 2020 como preludio a la Euro. Sin embargo, el regreso al banquillo de Luis Enrique provocó un cisma y una ruptura irreparable de la amistad con Moreno. La RFEF destituyó al técnico catalán y devolvió al banquillo a Luis Enrique, que acusó a Robert Moreno de no haber cumplido su palabra de «echarse a un lado» y lo llamó «desleal y ambicioso». Solamente llegó a dirigir 9 partidos (siete triunfos y dos derrotas).

Su primer y único trabajo como entrenador principal en clubes fue en el Mónaco, donde apenas dirigió 13 encuentros de una Ligue 1 detenida por la pandemia. Había cogido a los del Principado séptimos y los resultados no se dieron (cinco victorias, tres empates y cinco derrotas), quedando los monegascos novenos. La liga francesa fue una de las pocas que no se retomó y el Mónaco decidió destituirle en junio.

Cumple, por tanto, un año completo sin haber entrenado, si bien sí que ha dado varias charlas en las que desgranó su idea de fútbol. Aunque formado bajo el paraguas de ese fútbol total y el 4-3-3 que desarrollaron sus equipos (como primero o segundo) en el Celta, el Barça, la Selección o el Mónaco, Robert Moreno se reconoce un técnico de su tiempo, que no se encorseta en un solo esquema o estilo -ahí su libro, 'Mi receta del 4-4-2', en el que reformula un dibujo eminentemente clásico-. Tratará de demostrar esa versatilidad en un club que viene de la mejor etapa de su historia, para sentarse en el único banquillo vacante de Primera, uno en el que el listón quedó altísimo. Un reto para valientes.