Taconazo a la Liga del líder

Con el Espanyol a ocho puntos de la salvación y con 44 de desventaja respecto al Real Madrid, la posibilidad de dar la gran sorpresa ante el conjunto blanco se presenta como una quimera para el equipo perico. Aunque los blancos no podrán contar con Modric por acumulación de tarjetas, Zinedine Zidane recupera a Casemiro tras cumplir partido de sanción y el partido de Cornellà debe servir a los madridistas, relanzados tras el pinchazo del Barça en Balaídos, para dar otro paso hacia el título en una de las siete últimas finales que le quedan.

Como equipo menos goleado del campeonato y que más puntos ha sumado a domicilio, el líder se mide a un Espanyol con pésimos resultados en su campo (ocho derrotas, cinco empates y solo dos victorias) que se agarra sin demasiada fe al relevo en su banquillo y con la esperanza de que el exmadridista Raúl de Tomás le permita sobrevivir ante adversario tan poderoso. El sueño de la permanencia, sin embargo, ya es prácticamente imposible para el Espanyol y el Madrid debería aprovecharse de la situación de equipo tan débil y convulsionado.

Pese a la enorme diferencia entre ambos equipos, Zidane mantiene la prudencia. «No nos vamos a confiar. Jugamo el primero contra el último, pero en fútbol eso no vale nada. Tenemos que meter determinación en el partido», reclamó este sábado el técnico francés. «Hay que seguir con lo que estamos haciendo. El Espanyol nos lo va a poner muy difícil porque tienen una situación complicada y necesitan puntos», aventuró Zidane, que dispone de muchas alternativas para evitar que el cansancio afecte a sus jugadores en esta recta final exprés de campeonato. También presenta el entrenador madridista diferentes opciones de sistema, y para jugar en terreno del colista alineará cuatro centrocampistas, con la vuelta de Isco al once, y una delantera conformada por Benzema y Hazard. Vinicius, el futbolista más en forma de los últimos partidos, comenzará en el banquillo.

Benzema propuso y Casemiro dispuso en la visita al RDCE Stadium, donde

Un gol del brasileño en posición de ariete, preludiado por un abracadabra en forma de

En un recinto en el que su anfitrión se ha dejado una sangría de puntos que le han condenado al purgatorio, Zidane cambió cuatro cromos del duelo contra el Mallorca, con la medular como línea más afeitada. Sancionado Modric, regresó Kroos como interior y volvió Casemiro al pivote defensivo.

Mudó más de medio bloque Rufete en su primer once respecto al que plantó Abelardo en la derrota contra el Betis que terminó firmando el epitafio del 'Pitu' y sentó en el banquillo al cuarto técnico de los pericos en un curso en el que a los problemas futbolísticos de los blanquiazules se ha sumado el

Fue sin embargo Darder quien tuvo la primera en un remate que blocó con el cuerpo Carvajal. Con Wu Lei cayendo a la banda derecha y Embarba metiéndose por dentro, los locales empujaban a

El brasileño, que regresaba tras descansar contra el Mallorca por sanción, acudió ambicioso al envite y tuvo otra formidable ocasión en un cabezazo tras prolongación de Varane en el que giró demasiado la testa. Sus registros crecen cada temporada y es capaz de firmar envíos milimétricos como el que pudo dejar solo a Isco, de no marrar el malagueño el control.

Ganó el Madrid capacidad asociativa con la entrada del mago de Arroyo de la Miel, otro funambulista para combinar con Benzema y Hazard, muy móviles. Pero el Espanyol asumía el cuerpo a cuerpo y rozó el gol en una falta lateral con mucha rosca de Marc Roca que obligó a Courtois a facturar una de esas intervenciones que tan decisivas han resultado para que Zidane presuma de

Le insufló energía el relevo en el banco a los pericos, confrontados a un desenlace inevitable. Han mantenido bajado el puente levadizo de su castillo con demasiada asiduidad este curso, para jolgorio de sus enemigos, aunque sus almenas fueron inexpugnables para Barcelona y Atlético, que no pasaron del empate en el RCDE Stadium.

Con más piezas para mover por dentro,

Fue el lionés quien terminó destrabando el choque. Centró Marcelo, prolongó Sergio Ramos y cayó el cuero a las botas de Benzema, que de espaldas sirvió para que Casemiro, premio a la persistencia, embocara a la red.

Abierta la lata cuando se disponía a enfilar el túnel de vestuarios, el Madrid regresó al tapiz determinado a bajar el diapasón del choque y evitar más sustos ante el último clasificado. Recurrió Rufete a la juventud de Meledo y Pedrosa, mientras Zidane abrazaba la samba de Vinicius y Rodrygo, relevos de

Courtois repelió un libre directo venenoso de Raúl de Tomás como antes había blocado un golpeo de Wu Lei al inicio de la segunda parte. Y Diego López negó el tanto a Benzema en un remate a bocajarro del francés junto al segundo palo. Pero