El enigma Arturo Vidal

El chileno, que acaba de cumplir 33 años, trabaja por las mañanas en la Ciudad Deportiva Joan Gamper a las órdenes de Quique Setién y por las tardes complementa su físico con un preparador personal, compatriota, que suele convivir con él y con su pareja desde hace años en sus diferentes destinos.

Con un balón, evidentemente, no brilla el que más corre o más resiste, pero lo que hace Vidal ayuda y le define como futbolista: intensidad, carácter y espíritu combativo, sin olvidar un mejor toque de balón del que se dice, por algo fue titular en el Bayern de Pep Guardiola, y una llegada a portería que le hace diferente a sus compañeros del centro del campo azulgrana. Lo que no está tan claro es que todo eso le vaya a servir para seguir en el club al término de esta temporada.

Vidal acaba contrato el 30 de junio de 2021 y aparece en todas las quinielas del nuevo mercado internacional que se avecina, el del trueque o las monedas de cambio. Es la última oportunidad para el Barça de ingresar dinero (o de dejar de pagarlo a otro club) por un futbolista que mantiene su cartel internacional. En la 'operación Lautaro Martínez' con el Inter, en la 'operación Pjanic' con la Juventus. También suena para el nuevo rico del fútbol mundial, el Newcastle. Y él ya ha dejado claro que se siente «mejor que nunca en el Barça» y no piensa en salir.

Firmó por tres temporadas en 2018. Nunca se ha sentido un titular indiscutible en el Barça, ni con Ernesto Valverde ni con Quique Setién, pero ha acabado jugando mucho, convirtiéndose en el clásico jugador número 12. En estas dos temporadas ha sido el futbolista azulgrana que más partidos ha disputado entrando desde el banquillo. Y, pese a ello, solo Leo Messi y Luis Suárez han macado más goles y han dado más asistencias en Liga en este tiempo que el chileno (9 y 9). Sus compañeros le quieren a su lado, por calidad, compromiso y amistad, pues se relaciona bien con los 'jefes' del vestuario: Messi, Suárez, Piqué y Alba, a quienes señala como sus mejores amigos en el Barça.

Setién ha confesado que necesita a un jugador «diferente» como él, lo que vendría a ser el «desorden táctico» que Valverde valoraba más como una virtud que como un defecto. Y la afición conecta con su lucha. En contra tiene el entorno obsesionado con la filosofía azulgrana de la posesión y las necesidades económicas del club. Lo que pase con él es un misterio, pero por su forma física está llamado a jugar mucho en estas once jornadas veraniegas.

«Estos once partidos van a ser once finales, todos tenemos claro que van a ser muy difíciles. No tenemos que confiarnos, debemos pensar en ganar y hacerlo de la mejor forma», señaló el centrocampista este sábado en declaraciones a los medios del club, valorando el progresivo regreso a la normalidad: «Ha sido una alegría increíble volver a los entrenamientos, estos dos meses encerrados fueron bastante largos. Uno disfruta mucho cuando está en el campo con los compañeros, son experiencias muy lindas de vivir. Pero ahora estamos volviendo y estamos muy bien, afrontamos unos meses muy importantes. Fue emocionante volver después de lo que pasó. Con los compañeros. mucha alegría y mucha conversación a distancia, tratando de contar cómo lo hemos pasado cada uno».

Además, sería su novena Liga consecutiva tras las logradas con Juventus (4), Bayern (3) y Barça la pasada temporada: «Sería un sueño ganar nueve ligas seguidas, lograr un palmarés con tantas copas es muy complicado, pero aún me siento bien para seguir luchando y ganando trofeos. Pocos jugadores lo han hecho en la historia y me siento orgulloso, espero ganar aquí la novena con el Barcelona», confesó.