El Real Madrid sufre para mantenerle el pulso al Atlético

Las tres victorias consecutivas contra Sevilla, Atlético de Madrid y Athletic, unidas a la clasificación para octavos en la Champions, han aportado calma a las sesiones de trabajo en Valdebebas, donde la enfermería, tantas veces poblada desde que el Real Madrid estrenó la campaña, se ha vaciado notablemente. Zidane pudo disponer esta semana del plantel al completo por primera vez desde que empezó el curso, restablecidos ya Odegaard, Jovic, Mariano y Hazard de los percances que arrastraban, aunque las bajas de última hora de Vinicius, por gastroenteritis, y de Isco, a consecuencia de un golpe en el tobillo en el entrenamiento del sábado, impidieron que la felicidad fuese plena.

A Hazard aún le faltan prácticas y, sobre todo, confianza en su baqueteado físico, para estar en óptimas condiciones, por lo que no entró en la lista. Podría regresar al verde el miércoles frente al Granada, el rival al que marcó la pasada temporada el primero de los tres goles que acumula como madridista, o aguardar al enfrentamiento contra el Elche de la siguiente jornada para al menos despedir el año vestido de corto. «Le necesitamos. Le queremos en el equipo, pero no queremos hacer tonterías como que vuelva rápido y luego pase algo. Tranquilidad y paciencia», recetó su técnico, que ve cómo se incrementa el ramillete de opciones en la medular, donde Odegaard se suma a Valverde como posibles refrescos de Casemiro, Modric o Kroos, y en la punta de ataque, en la que tendrá al menos un par de cartas en el banquillo ya que Benzema, que este sábado festejó su 33 cumpleaños en un estado pletórico tras firmar cuatro dianas en sus tres últimas apariciones, seguirá como arma nuclear.

El retorno de Casemiro, ausente el martes por sanción frente al Athletic, aportará músculo a un equipo que, pese a vencer, sufrió un toque de atención por parte de los leones. En inferioridad numérica durante casi todo el partido, el conjunto de Gaizka Garitano acarició el empate en un choque en el que Courtois y Benzema oficiaron de socorristas y en el que Zidane volvió a aferrarse a su bloque de confianza. El marsellés encadena cuatro envites sin alterar apenas el once y tampoco moverá el árbol, más allá de la entrada de Rodrygo por Vinicius, en un campo en el que el Real Madrid colecciona cinco triunfos en sus seis visitas previas en Liga.

Mejorar ese mal dato desde la óptica local será el propósito del Eibar, que viene de eliminar al Racing Rioja en Copa con un doblete de Pedro León. Los armeros acumulan cinco jornadas sin perder desde que sucumbieran frente al Cádiz por 0-2 en Ipurua, aunque solo han sumado siete de los quince últimos puntos en liza: una victoria y cuatro empates. Suficiente para asentarse en la zona media de la tabla.

Los de José Luis Mendilibar apenas han salvado cuatro puntos en los siete encuentros disputados hasta la fecha en su estadio y acuden a la cita con muchas bajas, que han golpeado especialmente a la zona defensiva. El preparador de Zaldibar no podrá contar con el sancionado Esteban Burgos ni con los lesionados Cote, Quique González, Oliveira, Rober Correa, Enrich y José Antonio Martínez. Recuperó al menos a Bigas y a Kevin Rodrigues, que eran dudas, lo que alivia algo sus penurias en la retaguardia.

Sabiendo sufrir frente a un Eibar que le exigió al límite,

Acometió con insistencia el Eibar,

Con Casemiro de vuelta al eje de la medular y Rodrygo cubriendo la baja por gastroenteritis de Vinicius en el costado izquierdo del ataque como únicas variantes respecto al once que dispuso frente al Athletic, Zidane demostró que el cribado entre titulares y suplentes es cada vez más nítido en el vestuario blanco. En el pasado aprovechaba este tipo de citas para sacudir la baraja, pero

El marsellés vaticinó un partido complicado, aunque lo cierto es que el panorama se le aclaró pronto a sus pupilos. Abrió Modric para Rodrygo, que trazó la diagonal y

El Eibar vive cada encuentro a toda pastilla, lo que no permite un segundo de respiro al rival pero abre también los espacios. Un guión muy del gusto del Real Madrid, casi siempre feliz en el cuerpo a cuerpo.

Los visitantes entraron de forma torrencial al césped y en menos de un cuarto de hora se habían puesto de cara el partido. Atribuyó Mendilibar a Benzema la condición de mejor delantero del mundo porque además de golear, defiende y crea. El lionés se empeñó en refrendar el dictamen del técnico de Zaldibar. Ejecutor en el primero, fabricó el segundo tanto

Parecía cuestión de tiempo que llegase esa diana, visto el notable despliegue del equipo de Zidane. Pero fue el Eibar el que acortó distancias. Falló Lucas Vázquez en la salida de balón y

Tres goles en menos de media hora daban cuenta de un choque vibrante y vistoso. Porque lejos de arredrarse por la excelente puesta en escena del Real Madrid,

El paso por vestuarios alteró poco el ánimo de los contendientes. Rodrygo pudo matar a pase de Mendy, muy profundo en Ipurua, pero su forzado golpeo lo desvió un defensa armero. Probó a continuación Diop desde fuera del área, mas Courtois repelió de puños.

Las sensaciones favorecían a los locales, más frescos. Pudo empatar de hecho Muto con un testarazo a bocajarro tras centro de Kike que se escapó por poco. Pero la calidad del Madrid podía marcar la diferencia en cualquier momento. A punto estuvo de hacerlo Kroos con un pase magistral a Rodrygo, cuyo disparo se estrelló contra la pierna de Dmitrovic. El teutón volvió a dar un recital en Ipurua. También Modric, mientras le duró la gasolina.

Pero fue con el depósito ya gastado cuando se cerró el choque. Se creció entonces Sergio Ramos, protagonista previo de