Las Palmas se toma un respiro a costa del Betis

Tras la reciente destitución de Pako Ayestarán, la Unión Deportiva anda a la búsqueda de su tercer entrenador de la temporada, en plena crisis de resultados después de nueve jornadas consecutivas sin ganar. No lo hace en casa desde el pasado 17 de septiembre, cuando se impuso por 1-0 al Athletic Club.

Ni el punto logrado el pasado domingo en Anoeta frente a la Real Sociedad (2-2) salvó el puesto de Ayestarán, despedido tras la derrota del pasado miércoles en la Copa del Rey ante el Deportivo de La Coruña (2-3), a pesar de la clasificación del equipo amarillo para los octavos de final.

El excapitán, Paquito Ortiz, un hombre de la casa, ha tenido que asumir las riendas de forma provisional y preparar un delicado encuentro con un ambiente de crispación en la grada, demostrado ya en el choque copero, debido a la concatenación de errores cometidos por el club desde el pasado verano.

La lesión de Víctor Machín 'Vitolo', baja para un mes -lo que le resto de contrato con Las Palmas antes de irse al Atlético de Madrid en enero-, ha sido la guinda al pastel de desgracias que persiguen al equipo isleño, penúltimo clasificado y a cinco puntos de la zona de permanencia.

A la ausencia del extremo internacional se unen los también lesionados Alen Halilovic y Jerónimo Figueroa 'Momo', por lo que Paquito deberá escoger el once inicial entre veintidós futbolistas disponibles, y se intuye que echará mano de mayoría de jugadores de la tierra para intentar sacar el partido adelante.

Para el conjunto sevillano la cita tiene una connotación especial para el preparador cántabro, que vuelve ahora como rival a la que fue su casa en las pasadas temporadas.

Setién visita la isla en el peor momento del Betis, que, sin estar mal clasificado -octavo con dieciocho puntos-, acumula cuatro jornadas sin ganar y con el duro correctivo que le dio el Cádiz en la Copa del Rey este jueves.

Los verdiblancos han perdido la frescura con la que iniciaron la temporada, con triunfo incluido en el Santiago Bernabéu ante el Real Madrid (0-1), y el 3-5 que encajó en la Copa ante el Cádiz, además de la eliminación del torneo, ha dejado un gran malestar en una afición que estaba ilusionada con este curso.

Con esos condicionantes llega la formación sevillana a Las Palmas, donde, más que por la necesidad clasificatoria, necesita cambiar la imagen en una visita a tierras grancanarias que tradicionalmente no se le da bien.

Setién, que en la Copa hizo descansar a jugadores que acumulan muchos minutos, en esta ocasión utilizará a sus mejores hombres, con la salvedad de los que están lesionados desde hace semanas, como el extremo costarricense Joel Campbell.

A él se une el delantero paraguayo Tonny Sanabria, quien el viernes fue operado en Barcelona de un problema de menisco en la rodilla derecha, y el centrocampista Fabián Ruiz, también en proceso de recuperación de merma física.

Por contra, vuelve a la convocatoria el central marroquí Zouhair Feddal tras recuperarse de una dolencia que le ha tenido de baja varias semanas, y también están en la expedición el central Jordi Amat y el centrocampista mexicano Andrés Guardado, aunque ambos con algunos molestias físicas.

La UD Las Palmas volvió a ganar un partido 77 días después al imponerse con un solitario gol del argentino Jonathan Calleri a un decepcionante Betis, dirigido por el extécnico local, Quique Setién, un rival que solo compitió tras el descanso, pero lejos de tener opciones de puntuar.

Las Palmas disfrutó de una primera mitad plácida, en gran medida por la actitud pasiva de un Betis sin alma, que no fue a la presión, que llegó tarde siempre y que apenas pisó el área canaria, sin exigir a la defensa más goleada del campeonato.

Los isleños no tuvieron dificultad en amasar la pelota, en jugar al pie, en acumular pases, sin mucha profundidad, pero con una comodidad impropia para un choque en el que tanto estaba en juego.

Sabedor como nadie del estilo Setién, la Unión Deportiva presionó arriba en los primeros minutos y los errores en defensa de los verdiblancos comenzaron a sucederse. Adán salvó un disparo de Rémy después de un fallo propio.

El guardameta volvió a fallar poco después al atrapar un balón que le había cedido un defensa. El libre indirecto, con el balón en la línea de área pequeña y todo el Betis en la de meta, lo ejecutó Viera y el balón se estrelló en el cuerpo de Guardado.

Un despiste de Durmisi para dibujar la línea propició que Tana pasara a Calleri y que el argentino batiera a Adán en el mano a mano, aunque el portero llegó a tocar el balón.

Sólo en los minutos finales de la primera parte se acercó tímidamente el Betis a la portería de Lizoain y demostró que se había presentado al partido, pero sin poner en aprietos al portero local. El equipo de Setién regaló un primer tiempo abominable, había dicho el cántabro que su equipo estaba herido pero vivo; sus primeros 45 minutos demostraron todo lo contrario.

Solo con un cambio de actitud el Betis mejoró en la segunda parte, y en el minuto 52 Joaquín estrelló el balón en el poste izquierdo tras ligero desvío de Lizoain.

El partido, en este periodo, se pareció en algo al que se esperaba desde el primer minuto, aunque Las Palmas estuvo más cerca del segundo gol sobre todo con varios disparos del francés Rémy en los que, esta vez sí, intervino con acierto Adán.

Cristian Tello y Sergio León, en disparos rasos que se marcharon cerca de los palos, tuvieron las mejores opciones de un Betis al que le resultó insuficiente su tímida reacción del segundo tiempo para evitar la derrota, ante un rival que llevaba dos meses y medio sin sumar tres puntos.