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Ousmane Dembélé sigue un partido desde la grada del Camp Nou. Lluis Gené (AFP)
Dembélé se rompe y dice adiós a la temporada

Dembélé se rompe y deja al Barça en cuadro y en evidencia

Setién estaba ilusionado con la reaparición del francés, pero su enésima lesión muscular es grave y confirma el despropósito del club durante el mercado de invierno

P. RÍOS

BARCELONA

Martes, 4 de febrero 2020, 15:37

«Es mejor que aproveches una de las ofertas que tienes porque va a volver Dembélé y aquí ya vas a jugar poco». Carles Pérez, extremo de la cantera que había demostrado que era una opción fiable para cubrir bajas puntuales en el ataque ... del Barça, alucinó cuando Quique Setién le habló así en la víspera del reciente partido en Valencia. Deportivamente no le quedaba más remedio que aceptar que no entraba en los planes del nuevo técnico, pero el agumento le debió chocar. ¿Está lesionado Luis Suárez y tiene confianza ciega en los frágiles músculos de Dembélé? Ya en la Roma, cedido con compra obligada a final de temporada, su cara de sorpresa no habrá desaparecido todavía al conocer el nuevo parte médico del extremo francés: rotura completa del tendón próximal del bíceps femoral de la pierna derecha. Ya no reaparecerá esta temporada porque su enésima lesión muscular es tan grave como la primera que sufrió en Getafe en septiembre de 2017, aunque aquella fue en la pierna izquierda: entonces estuvo cuatro meses de baja.

Setién ya se estaba frotando las manos con el regreso de Dembélé, un extremo ideal para su forma de entender el fútbol, y así lo había expresado en ruedas de prensa, minimizando los absurdos e infructuosos movimientos realizados en el mercado de invierno por el club: «No ha llegado un delantero centro, pero el fichaje va a ser Ousmane y se va a salir, viene como una moto».

El francés ya estaba a punto de reaparecer dos meses y medio después de su último percance muscular ante el Borussia Dortmund, pero el lunes no acabó el entrenamiento. «Fatiga muscular», fue el primer diagnóstico del club, que corrió a redactar un comunicado para suavizar las primeras informaciones que hablaban ya de lesión. Pero este martes, las nuevas pruebas médicas detectaron la gravedad del contratiempo de un jugador hundido psicológicamente por su interminable cadena de lesiones musculares, camino ya de las diez en dos temporadas y media.

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Es un fenómeno, habilidoso, vertiginoso y explosivo, pero sus músculos son de papel. Decían que se estaba cuidando más que nunca, que había adquirido unos hábitos de alimentación y unos horarios de descanso más acordes con los de un futbolista profesional. No es sospechoso de juerguista o noctámbulo, pero sí de joven desordenado en la intimidad. E incluso algunos presumían que esta vez se había dado con la tecla al mandarlo más de un mes a la prestigiosa Clínica Aspetar de Doha (Catar), donde se emplea la última tecnología en la recuperación y en la rehabilitación. Pero también se ha vuelto a romper. Es desesperante para todos, principalmente para él.

Opciones

El club, la dirección deportiva y hasta Quique Setién, si llegó a vetar algún fichaje, quedan en evidencia por lo sucedido en el mercado de invierno. Es difícil entender que una entidad de primer nivel como el Barça que aspira al triplete se haya quedado en cuadro, con sólo 16 jugadores disponibles con ficha de la primera plantilla más Ansu Fati, que comenzó la temporada en el Juvenil A con 16 años. Messi, Griezmann y Ansu Fati son ya los únicos delanteros en un equipo que siempe juega con tres arriba. Es un despropósito descomunal.

Al técnico cántabro no le queda más remedio que mirar en el filial (Kike Saverio es un extremo interesante, además de Álex Collado, más interior y menos ofensivo, o Rey Manaj, un '9' albanés llegado del Albacete hace unos días), esperar el OK de la Federación a fichar para cubrir una baja de larga duración y rezar para que no se lesione nadie más.

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